Madrid, 14 de marzo de 2016. MS. – Roberto Vicente es el joven enólogo de Bodegas Ysios hace casi un año y desde entonces se ha marcado entre sus objetivos alcanzar la máxima interpretación de la Rioja Alavesa, casi obsesión cuando le escuchas. Convencido de estar en la mejor zona de viñedos de tempranillo, por sus condiciones naturales, aspira a que sus elaboraciones trasmitan la historia de esas viñas y el trabajo de sus viticultores durante siglos, ese esfuerzo que las ha convertido en cepas de la mejor calidad.
Tras finalizar sus estudios de enología, y trabajar en reconocidas zonas vitícolas del planeta, empezó a trabajar en Ysios desde abajo, “era un peón, trabajé en vendimia, limpiaba depósitos y estuve en la línea de envasado”, recuerda. Corría 2007 y tras la campaña de Navidad es cuando recibe la oferta de pasar a formar parte del equipo enológico del grupo Allied Domecq (hoy Pernod Ricard). En ese momento empieza a trabajar mano a mano con Elena Adell y Roberto asume la función de localizar viñedos viejos en Rioja Alavesa, “porque es entonces cuando se decide que en Ysios solo se trabajará con esas viñas”. Por tanto, aunque hace un año se convierte en enólogo responsable de la bodega riojana, su vinculación al grupo data de hace casi diez años.
En este momento, con la responsabilidad de la bodega a sus espaldas pero seguro de disponer de los mejores viñedos –por situación, suelos en los que se ubican y condiciones climáticas–, su obsesión es conseguir la mejor uva posible. “Mi objetivo es lograr la mejor expresión del tempranillo, que considero la mejor variedad del mundo, y reflejar dónde y quién hace el vino”.
Los viñedos con los que trabaja están localizados en Elvillar, Laguardia, Leza, Páganos y Lapuebla, un radio de cinco kilómetros máximo respecto a la bodega, situada en Laguardia. Caracterizadas, en general, por suelos arcillo calcáreos, las cepas más antiguas de las que disponen tienen entre 50-60 años, a las que añaden una viña prefiloxérica en Elvillar. Tienen solo siete hectáreas en propiedad de las 50 que manejan, distribuidas en 70 parcelas y a distintas altitudes, pero su relación con los viticultores es continua siendo el equipo de Ysios el encargado de hacer la vendimia en cada una de ellas. Esa diversidad es la que anima a Roberto hacia la elaboración de vinos de pago, para lo que por ahora tiene identificadas una serie de parcelas como destacadas por la calidad de uva y vino que proporcionan, y fincas que están vinificando y envejeciendo por separado. Mientras, las parcelas más similares las elaboran conjuntamente.
Trabajo y análisis previos a lo que en un futuro no muy lejano, como podemos deducir de las palabras de Roberto, serían sus primeros vinos de pago. Hasta entonces, ese estudio y diferenciación parcelaria contribuye a la selección, en cada añada, de las parcelas más adecuadas para el coupage que conforma Ysios Reserva, “donde buscamos la expresión más pura del tempranillo de Rioja Alavesa”, apunta su autor, “y la nueva añada –continúa–, Ysios Reserva 2011, representa la consolidación de los cambios que se han venido produciendo en la bodega”. Un vino con 14 meses de crianza en roble francés, que saldrá al mercado a finales de verano pero que, ante la ocasión de probarlo, se muestra limpio, elegante, fresco, corpulento, estructurado. Una elaboración con vida por delante a la que seguro beneficiarán estos meses de botella.
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