Mercado de Barceló, 2ª planta.
C/ Barceló, 6. Madrid
Un rincón gaditano para una paradita durante, antes o después de la compra. Más de cien vinos por copas con predominio absoluto de firmas jerezanas, ordenadas desde finos a los más potentes amontillados. Es otra de las tabernas que en Madrid han optado por dar visibilidad y oportunidades a esos vinos que hasta hace no muchos años pasaban desapercibidos. Por esta razón es tan importante la labor que están haciendo este tipo de establecimientos. Donde además saben con qué tratan y cómo tratarlos, lo que conlleva, por supuesto, un adecuado y cuidado servicio del vino. Por copas o por botellas, como el cliente prefiera, lo que suele depender de si va a tomarse un aperitivo u opta por una comida en plan informal…lo habitual y siempre en compañía.
Y es que La Era, como en el resto, ofrecen además una carta con algunas alternativas gastronómicas, breve pero todo buen producto de mercado. Otra cosa es el precio, ¡no hay complejos!; y en el caso de los vinos, un ‘pellizquito’ en el momento que abandonas las referencias más populares y sencillas, en lo que a su elaboración concierne.
Este local llegó con la renovación del Mercado de Barceló, hoy un espacio donde conviven los puestos de toda la vida con una zona gastronómica, con diferentes cocinas en cada uno de los locales. Un breve pasillo comunica ambos espacios, y es en ese lado del mercado más popular donde se ubica La Era, Espacio Gastronómico (puesto 325, segunda planta), con la curiosidad de que justo enfrente tiene un bar al que continúa acudiendo la clientela del barrio, sus vecinos.
Sus artífices, dos ex de Nikkei 225, el japo-peruano que estuvo de moda hace unos años en la capital pero que desapareció tiempo después. David Trillo (sumiller) y Diego Benito (cocinero y discípulo de Alberto Chicote y Andrés Madrigal). Ahora, su cocina va por otros derroteros, de base castiza pero con influencias de otras cocinas, de aquí y del mundo; en todo caso, un producto seleccionado es el punto de partida (anchoas, boquerones, tomates, callos versionados…).
Continuando con la cosa líquida, al extenso repertorio jerezano le acompañan etiquetas de diversa índole, nacionales y foráneas, donde el champagne es otro de sus protagonistas destacados. Por oferta vinícola, sin duda, entre las mejores en Madrid por variedad y calidad (en lo que a trato y servicio respecta). Eso sí, la factura se te puede ir de las manos con poquito… ¡ojo si juegas a dejarte llevar y probar!!
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