Madrid, 28 de febrero de 2018.- Cuatro vinos, desde cuatro denominaciones distintas, elaborados con diferentes variedades –las propias de cada zona de procedencia–. Son las señas de identidad que definen estas cuatro referencias que conforman la nueva gama de vinos La Poda, un homenaje, además, a la viticultura, en palabras de su principal responsable, Almudena Alberca, directora técnica de Bodegas y Viñedos Viña Mayor (en Ribera del Duero, Rueda, Rías Baixas y Toro), una de las firmas del Grupo Bodegas Palacio 1894.
La Poda Albariño, La Poda Sauvignon Blanc, La Poda Tempranillo y La Poda Tinta de Toro, procedentes de Rías Baixas, Rueda, Ribera del Duero y Toro, respectivamente, y a un precio de unos 11,5 € cada uno. Una colección con un nombre común que reivindica la labor de la poda como fundamental para la obtención de un buen vino; el trabajo en el campo, sobre el viñedo, vital para lograr el mejor resultado. Las claves: quitar las ramificaciones viejas de la vid para que pueda ser reemplazada por la que crecerá en primavera, mantener la formación de las vides en su crecimiento para favorecer la exposición al sol, y la regulación del número de yemas. Pero también nacen, añadía Alberca, con la pretensión de ser “vinos gastronómicos”, esto es, para compartir en torno a una mesa y acompañar variedad de tipos de comida sin necesidad de cambiar de botella; vamos, elaboraciones que, asegura, son versátiles.
La Poda Albariño 2017 procede de la zona gallega del Salnés. Es un vino sencillo, con una marcada acidez en este momento, aromas salinos, fruta blanca, y boca agradable y ligera.
La Poda Sauvignon Blanc 2017 son uvas de Villaverde de Medina, donde se localiza la bodega de blancos del grupo, Caserío de Dueñas. Unas uvas que han sido vendimiadas pronto en pro de obtener buena acidez y menor alcohol, explicaba su autora. Aromas de hierbas aromáticas sobre notas de frutas exóticas, con un paso fluido, frutal y fresco.
La Poda Tinta de Toro 2015 combina viñedos con unos 20 años con otros de más de 60, y ha tenido una crianza de ocho meses en barrica. Aromas de fruta negra, madura, caramelo y notas de su paso por madera. En boca es sabroso, hay frescura, volumen, y taninos pendientes de pulirse en la botella…confiamos.
La Poda Tempranillo 2015, aunque incorpora un 5% de cabernet sauvignon, procede de las viñas más jóvenes que tienen en Viña Mayor y ha pasado seis meses en barrica, dando lugar a un Ribera del Duero aromático, goloso, con notas de fruta madura, especias, y boca jugosa, fresca también, donde se imponen los aromas herbáceos.
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