Madrid, 1 de marzo de 2018. MS. - Su sucesor será Javier Pagés, y la sucesión, parece, será efectiva a finales de este año. Después de más de 20 años en el cargo, Mar Raventós, una de las mujeres empresarias más influyentes y reconocidas del país, se jubila y dejará la presidencia del grupo Codorníu Raventós en manos de quien, hasta la fecha, es consejero delegado de la compañía vinícola. Mar Raventós, economista, accedió a la presidencia de la empresa el 21 de septiembre de 1998 relevando a su primo Manuel Raventós Artés.
En cuanto a Javier Pagés, también miembro de la familia, lleva desde 2006 al frente de la dirección general del Grupo, y ahora participará en la selección del ejecutivo que le sustituirá en el cargo y que pretenden sea un directivo externo, esto es, ajeno a la empresa y a la familia. Búsqueda que llega en un momento en el que en Codorníu Raventós están empeñados es dar mayor protagonismo a las elaboraciones de media y alta gama, sin perder de vista, por supuesto, los productos que con otro perfil han contribuido al buen posicionamiento de la compañía. No obstante, es verdad que la compañía comunicaba hace un par de días que la facturación correspondiente al último ejercicio (2016-17) ha aumentado “gracias a la apuesta por los productos de alta gama”, aseguran. Junto a esto, añaden que el primer semestre del curso 2017/2018 ha cerrado con unos beneficios de 11 millones de euros, “lo que supone un incremento del 61% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior”.
Claro, hay que recordar que esa determinación por priorizar la calidad sobre la cantidad (volumen) provocó, el pasado año, la ejecución de un ERE (con despidos de varias decenas de trabajadores) porque han dejado de fabricar marcas baratas y otras para terceros.
En sintonía con ese plan estratégico, y según las cifras presentadas por la compañía, los vinos y cavas de gama alta representan el 55% de la facturación global de la compañía, porcentaje que esperan suba hasta el 62% en este año fiscal 2017/2018. Según palabras de Javier Pagés, actual CEO de la compañía “estamos en el camino correcto. El cambio de estrategia, iniciada en el año 2015, fundamentada en una mejora de los márgenes por precio, mix y eficiencias está suponiendo un aumento por botella superior al doble dígito”.
En la actualidad, el grupo tiene bodegas propias en algunas de las más prestigiadas zonas del país y del mundo: Bodegas Bilbaínas en La Rioja, Codorníu en Cava, Scala Dei en Priorat, Legaris en Ribera del Duero, Raimat en Costers del Segre, Abadía de Poblet en Conca de Barberà, Artesa en Napa Valley (California), y Septima en Mendoza (Argentina). Además, Codorníu Raventós trasladó, hace pocos meses, su sede social de Sant Sadurní d’Anoia (Barcelona) a Haro (La Rioja) por la situación política que se vive en Cataluña.
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