Madrid, 11 de marzo de 2010. RP. La omnipresente crisis económica mundial ha afectado también al champagne, que ha sufrido un retroceso en sus principales mercados. En España las ventas han caído un 27, 15 por ciento, rozando los tres millones de botellas, un millón menos que en 2008, cuando el descenso se situó en un 10,5 por ciento respecto a 2007, según datos facilitados por el Comité Interprofesional del Vino de Champagne (CIVC).
Estas cifras no han desbancado sin embargo a nuestro país de su posición como octavo mercado mundial del espumoso francés, aunque con casi dos millones de botellas menos que Suiza, su séptimo mercado en importancia.
Mundialmente las expediciones de champagne han descendido un 9,1 por ciento respecto a 2008, y el mercado nacional francés sigue siendo también el principal consumidor, con una cuota del 61,7 por ciento de las expediciones, mientras que el conjunto de mercados exteriores supone el 38,3 por ciento.
En el resto de los mercados el champagne, en mayor o menor medida, también ha vendido menos. Una de las caídas más relevantes ha sido la del mercado ruso, con un 56,6 por ciento menos de ventas, seguido de Austria, Japón y China, donde también ha habido caídas significativas.
Para el CIVC estas cifras revelan la contención que se está dando en todos los ámbitos, y ante la cual el champagne “resiste el envite en mejores condiciones” que otros productos de similar categoría.
En nuestro país las causas de esta bajada en las ventas se achacan al descenso en los regalos de Navidad, aunque la creencia del sector es que se recuperará el mercado, como se afirma desde el Comité al asegurar que las expediciones de champagne se han reactivado y alcanzado cifras positivas en diciembre y los dos primeros meses de este año.
El cava, más estable
Los resultados del espumoso español han sido menos negativos, con una caída de las ventas del 3,7 por ciento y 219 millones de botellas vendidas. El descenso de ventas ha sido menor en el mercado interior que en el extranjero, donde el cava ha vendido un 5,5 por ciento menos que en 2008. La Navidad, según el presidente del Consejo Regulador del Cava, Gustavo García Guillamet, ha influido en que las cifras en España hayan sido casi iguales a las del año anterior.
Fuera de nuestras fronteras el cava ha tenido un comportamiento positivo en general, aunque la excepción es Alemania, principal mercado importador del cava, donde las ventas han caído un 32 por ciento respecto al año pasado. Llaman la atención los mercados de Bélgica, donde las ventas han superado los 15 millones y medio de botellas y el ascenso ha superado el 57 por ciento, y Francia, donde se ha vendido un 40 por ciento más de cava que en 2008 y se han alcanzado los tres millones de botellas, lo que para Guillamet supone “la consolidación del consumo de cava y su fortaleza”, especialmente en Europa, donde se venden las tres cuartas partes del cava que se exporta.
