LA CATA

Aspecto

Rojo cereza de intensidad media-alta, tonos rubí.

Nariz

Amplio y potente, se diría que fragante; aromas de frutas rojas bien maduras (recuerdo de picotas), con notas minerales (hierro) y especiadas (canela), toque de maderas finas bien integrado. Sugestivo.

Boca

Cuerpo medio, bien armado en torno a un fino esqueleto tánico (firme pero en absoluto rudo), bien arropado por una textura carnosa y con fresca acidez, madera bien dosificada que ensalza los sabores y también los aromas de boca, entre los que destacan los rasgos varietales (frutas rojas, mineral de hierro) junto con apuntes balsámicos de monte bajo y especiados, buena persistencia, final frutal.

Evolución

Está en un excelente momento de consumo, que se mantendrá sobre todo mientras conserve su fragancia frutal, al menos durante dos o tres años; después se mantendrá bien al menos hasta 2026-2027.

Servicio

Temperatura: 16ºC. No es necesaria la oxigenación previa.

Gastronomía

Un vino fresco, vivo, de trago largo y amplias aplicaciones gastronómicas, desde las tapas (ensaladilla, frituras, tortillas, ensalada de pimientos) hasta guisos no demasiado especiados, como los de aves de corral, pasando por las carnes a la parrilla (chuletas de cordero, churrasco, chacinas suaves) e incluso los asados (cabrito al horno, ternera). Arroces (abanda, negro, al horno) y legumbres (pochas, alubias rojas) son también buena compañía, lo mismo que la pasta con carne (salsa boloñesa, canelones) o las carnes frías (rosbif). Quesos semicurados y tiernos.