La sexta bodega del grupo, en la DO Rías Baixas
Madrid, 7 de febrero de 2022. PV.- Tempos Vega Sicilia, el grupo bodeguero encabezado por la mítica Bodegas Vega Sicilia, ha hecho público hoy su nuevo proyecto, puesto en marcha hace cuatro años con la compra de viñas en distintas zonas de la DO Rías Baixas. Los rumores, más intensos en las últimas semanas, podrían haber precipitado el anuncio de un proyecto que se ha llevado a cabo con la discreción habitual en la familia propietaria y que no se materializará en un vino en el mercado hasta el año 2025.
El nuevo retoño de Tempos Vega Sicilia se llama Bodegas y Viñedos Deiva y va a tener una dimensión en número de botellas similar a la de otras firmas del grupo, como Alión o Pintia, con una producción anual que rondará las 300.000 botellas, repartidas en dos vinos: Deiva, que será el vino básico, y Arnela, marca del vino top. Ambos serán monovarietales de Albariño. La inversión total prevista para la compra de viña y la construcción de la bodega, que estará en Crecente, es de 20 millones de euros.
Bodegas y Viñedos Deiva echó a andar en 2018 con la compra de las primeras viñas. El objetivo es reunir 55 o 60 hectáreas y trabajar en las tres subzonas principales de la DO Rías Baixas, Valle del Salnés, Condado do Tea y O Rosal. Por el momento han conseguido comprar 25 hectáreas en Condado y Salnés. Aunque se están realizando pruebas, para lo que cuentan con la colaboración de Kiriakos Inigopoulos, enólogo de la Borgoña que ya asesora en los blancos secos que elabora el grupo en Tokaj, aún no están definidos los perfiles de los vinos. Se trabaja con depósitos de distintos materiales y tamaños, entre ellos conos de roble, pero los responsables no mostraron especial inclinación hacia los vinos con madera.
El blanco Deiva, marca que procede de la evolución del nombre del río Deva, afluente del Miño que discurre cerca de Crecente, se estrenará según está previsto con la cosecha ’23 y saldrá al mercado en 2025. De la misma cosecha será el primer Arnela, palabra gallega que define la playa que se forma en la desembocadura de un río, que verá la luz en 2026.
40 años en Vega Sicilia
El anuncio del nuevo proyecto dejó en segundo plano la presentación de los actos con los que la familia Álvarez va a conmemorar el 40 aniversario de la compra de Bodegas Vega Sicilia, firmado en Madrid el 15 de abril de 1982. Los responsables del grupo destacaron la evolución de la bodega castellana, que hace 40 años elaboraba 200.000 botellas repartidas entre cuatro marcas: Vega Sicilia Único, Vega Sicilia Único Reserva Especial, Valbuena 6º Año y Valbuena 3º Año.
El último desapareció de la gama en 1987, dos años después de que Pablo Álvarez se pusiera al frente de la bodega en sustitución de Jesús Anadón, otro nombre legendario del vino español, que se mantuvo como consejero de la casa hasta su muerte en 1992.
Bajo la dirección de Pablo Álvarez, hoy consejero delegado del grupo, se produjo la renovación de la bodega, de los viñedos y de los vinos y el desarrollo de un grupo que sumó Alión (Ribera del Duero) en 1991, Oremus (Tokaj, Hungría) en 1993, Pintia (Toro) en 2001 y Macán (Rioja) en 2009. En la actualidad las cinco bodegas suman una comercialización de 1,2 millones de botellas, “de vinos caros”, según destacó Álvarez, y están presentes en 150 países. En estos años, la exportación ha pasado del 10-15 por ciento del total de vino comercializado al entorno del 75 por ciento.
En el acto el máximo responsable del grupo estuvo acompañado por Marta Álvarez, presidenta de Tempos Vega Sicilia, que destacó como principio básico de la compañía el objetivo de progresar en calidad, excelencia y trabajo bien hecho y en la filosofía de respeto al medio ambiente y sostenibilidad. Antonio Menéndez, director general del grupo, puso el acento en la estrategia de máximo respeto al producto y destacó la solidez de la demanda, muy superior a la producción que pueden alcanzar unos vinos que van a “un consumidor de alta categoría, gran conocimiento y altísima fidelidad”.
Son vinos que se distribuyen por cupos y en la actualidad hay una lista de espera de más de dos mil posibles compradores que tendrán que esperar al menos siete años para acceder a unos vinos que, sin tener precios estratosféricos de salida, alcanzan elevadas cotizaciones en subastas. Sin duda menores que las que tendrán las cajas conmemorativas, integradas por siete botellas magnum de vinos de todas las bodegas, de las que se han preparado sólo cinco unidades. Una de ellas entrará directamente en subasta y la recaudación será destinada íntegramente a una iniciativa social.
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