Si el futuro del vino de calidad depende de gentes como los protagonistas del último número de PlanetAVino, las perspectivas son inmejorables. Son hijos de creadores de grandes vinos o de comunicadores, imbuidos de cultura vinícola y contaminados de la pasión y creatividad de sus padres. Son los yogurines del vino, la generación que ya empieza a jugar un papel en el vino español.
Después de los dinosaurios, la vieja guardia del vino español, desplegada en dos reportajes en los últimos números de la revista, la secuela lógica eran los más jóvenes. El pasado y el futuro, que conviven en actividad en un presente realmente sugestivo. LA verdad es que no se planteó como una secuela, sino como una iniciativa con vida propia, pero los planteamientos de los artículos de Raquel Pardo, autora de Los dinosaurios del vino, y Miguel Ángel Rincón confluyeron en el tiempo y la casualidad los unió.
La premisa que debía reunir esos jóvenes, que en muchos casos ya son más que promesas a pesar de su corta edad, eran tres: tener menos de treinta años, ser hijos de gentes del vino y estar implicados profesionalmente en el entorno vinícola. Así se reunieron nueve personajes, unos dedicados a la elaboración de vinos, otro más al cultivo de la vid y otras dos a labores de comunicación o directivas. Entre los enólogos, José Hidalgo, hijo de José Hidalgo Togores, asesor enológico de varias bodegas y autor de libros científicos y artículos de divulgación, Beatriz Rodero, hija de Carmelo Rodero (Bodegas Rodero), Javier San Pedro, hijo del propietario de Bodegas Vallobera, del que hereda también el nombre, Carlos López de la Calle, hijo de Juan Carlos López de la Calle, propietario de Artadi, Eduardo Eguren, hijo de Marcos Eguren, autor de los vinos de Sierra Cantabria, Viñedos de Páganos, Señorío de San Vicente y Teso La Monja, y Mayte Sánchez, hija de periodista, Bartolomé Sánchez, director de Mi Vino y Vinum, y enóloga a cargo de Bodegas Arrayán. La viticultura estaba representada por Christian Barbier, el más yogurín con sólo diecisiete años; es hijo de René Barbier, que firma vinos del empaque de Clos Mogador, Espectacle o Manyetes. En cargos directivos está Cristina Remírez de Ganuza, hija del propietario de Bodegas Fernando Remírez de Ganuza, y la comunicación tenía el rostro de Andrea Proensa, hija del director de PlanetAVino, que trabaja en la agencia Acción y Comunicación especializada en vinos y gastronomía.
Un buen equipo que se reunió en las alturas de los Picos de Europa, en el espectacular paisaje que rodea al hotel Halcón Palace, un nido de águilas situado en el pequeño pueblo de Cofiño, en Asturias. Allí expresaron sus referencias, contaron sus proyectos y dieron su opinión sobre tres vinos blancos y tres tintos de diferentes características y sobre los vinos que cada uno de ellos aportaron a la cita.
Algunos de ellos tenían implicación en los vinos que conformaron el segundo gran tema de la revista: los vinos blancos de Rioja. Una cata y reportaje en el que se ponen de manifiesto los progresos de un capítulo de los vinos de Rioja que ha pasado de ser un complemento a constituir la nueva frontera de la primera región vinícola española y un nuevo reto para la vanguardia de los enólogos riojanos.
Un confuso episodio que ha tenido una conocida bodega en Alemania ha puesto de actualidad el fraude en el mundo del vino. Desde el clásico “bautizo” hasta la adición de determinados elementos, el artículo Picaresca en el vino, de José Hidalgo hace un recorrido por las trapacerías más frecuentes de los que buscan atajos. Son actitudes que no constituyen peligro para la salud y que, a veces, acaban siendo admitidas como prácticas autorizadas, pero que, mientras tanto, constituyen fraudes. Hidalgo las describe y cuenta la forma de localizarlas mediante la cata del vino.
Regresa el hada verde. Es el lírico titular para la última moda en destilados: la absenta. Bebida de artitas, a la que fueron aficionados pintores y escritores del París bohemio de finales del XIX, fue prohibida en Francia, se siguió fabricando en España y ahora vuelve a la primera línea, tal vez impulsada por la falta de inspiración que se percibe en tantas facetas de la vida actual. La sección Planeta 40º, dedicada a los destilados, se completa con noticias y con una nueva columna, titulada Coctelera de leyendas, que s inaugura con la historia del combinado Tom Collins.
La historia menos conocida tiene papel protagonista en la nueva sección que se inaugura también en este número. Historias del rioja se presenta como la sección de la pequeña historia, de la anécdota y de los hechos curiosos que ayudan a comprender el desarrollo de una gran zona vinícola. Se estrena con la epopeya de Rafael López de Heredia, todo un carácter, que fue el fundador de Viña Tondonia.
Hay mucho más en las secciones habituales de Noticias, que trae un estudio sobre el mercado femenino del vino y sendas crónicas sobre dos congresos en los que se ha debatido el presente y el futuro del vino y que casi coincidieron en el tiempo, el riojano Foro Mundial del Vino y el ribereño Fine Wine. Se completa, con otra sección de estreno, Perfil, dedicada en este número a la figura de Josep Lluís Bonet, presidente de Freixenet.
En la zona gastronómica una nueva entrega de los singulares maridajes de PlanetAVino, Comer en torno a un vino. En esta ocasión hemos enfrentado al cava Vilarnau Vintage, del grupo González Byass, con la carta del restaurante madrileño Pedro Larumbe. Otro reto para el vino es el que plantean las ensaladas estivales, de manera que hemos preferido no entrar de momento en ese terreno minado y Pepe Iglesias ha preparado un completo informe sobre los aliños, que no solo de vinagre vive la ensalada.
En el resto de las secciones, las últimas apariciones, con diez nuevas etiquetas, en Estrenos, los Destacados de Andrés Proensa, las noticias de Barra Libre y cuatro jugosas sugerencias en la sección de Pistas. El capítulo de opinión se abre con La Luna de Andrés Proensa, Cosas de mujeres y de mayores, sigue con la columna de MNÑ, dedicada a la voracidad sancionadora de las autoridades, y termina como siempre con El toque del quera, que Pepe Iglesias dedica esta vez al enoturismo.
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