Madrid, 30 de julio de 2010.- RP.- El vino ecológico no será de momento una realidad reglamentada tras la decisión de la Comisión Europea de retirar la propuesta que introduce normas para regularlo de forma específica. Entre las causas está la falta de acuerdo entre los países miembros, que no han alcanzado, a ojos de la Comisión, “un compromiso aceptable respecto a los patrones ecológicos”, se afirma en un comunicado.
Actualmente en el etiquetado de los vinos solamente se puede indicar que están elaborados con uvas “procedentes de agricultura ecológica”, pero no existe ninguna regulación que permita etiquetar el vino como ecológico puesto que falta esa normativa específica que se refiere a las prácticas en la bodega. En este ámbito es donde la propuesta de la comisión pretendía regular el vino y donde no se ha llegado a un acuerdo por los países miembros.
El borrador de la propuesta parte de un estudio independiente llamado Orwine, en el que se fijan los requisitos necesarios para elaborar y etiquetar el vino ecológico, como una menor cantidad de sulfitos y menos aditivos que en el vino convencional, además de cinco prácticas enológicas no permitidas y otras tres restringidas respecto a las que sí se permiten para los vinos no ecológicos.
Ha sido precisamente la cantidad de dióxido sulfuroso admitida en el borrador para los vinos orgánicos lo que ha desencadenado el desacuerdo. El documento proponía 100 miligramos por litro para el vino tinto y 150 para rosados y blancos (para vinos convencionales la UE establece un contenido máximo de 150 y 200 miligramos por litro, respectivamente), un punto que contó con el apoyo de países cálidos como España, pero se encontró con la discrepancia por países más fríos, como Alemania, que pueden requerir debido al clima tratamiento más intensos en las viñas con azufre.
Francia presentó después una propuesta donde aumentaba hasta 120 los miligramos máximos de sulfuroso para los vinos tintos y donde proponía admitir otros aditivos. Los Estados miembros no han llegado finalmente a un acuerdo por lo que el Comisario de Agricultura y Desarrollo Rural de la Unión Europea, Dacian Ciolos, ha preferido que el borrador no prospere tal como está redactado.
Ciolos considera que “las condiciones para la nueva normativa no se dan en la mayoría de los Estados Miembros, por lo que es mejor no adoptar un compromiso sobre los patrones del vino ecológico y enviar un mensaje erróneo a los consumidores sobre la importancia que damos a la política de calidad” y añade que “nuestra esperanza será que la industria y la investigación prosperen, y la Comisión retome estas propuestas en el futuro”.
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