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Madrid, 21 de julio de 2011. AP.- Enrique Forner, fundador y propietario de
Bodegas Marqués de Cáceres, ha fallecido esta mañana en la Clínica Universitaria
de Pamplona. Contaba 86 y sus restos serán trasladados a Castellón, de donde es
originaria su familia. En los próximos días se celebrará una misa en su memoria,
probablemente en la concatedral de Logroño, la Redonda.

Enrique Forner nació en Sagunto (Valencia) en una familia dedicada a la
producción y exportación de vinos que hubo de exiliarse a Francia tras la guerra
civil. En el país vecino siguieron involucrados en el negocio del vino en diferentes
zonas hasta terminar en Burdeos. En 1968 regresó a España y, en 1970, tras
estudiar en profundidad los terrenos y viñedos de Rioja con ayuda de su amigo el
enólogo Èmile Peynaud, fundó Bodegas Marqués de Cáceres. Cinco años después
ponía en el mercado sus primeros vinos, con la etiqueta Marqués de Cáceres, el
título de un amigo de la familia y accionista minoritario de la bodega.

La firma, apoyada en un lanzamiento potente, se situó pronto en la primera fila
de los vinos más prestigiosos de España en un momento en el que Rioja tomaba
posiciones firmes para construir el prestigio y el liderazgo actuales, proceso en
el que Forner y sus vinos contribuyeron de forma decisiva. No tardó en situarse
en el olimpo del rioja, codo con codo con los dioses clásicos de la zona, a pesar de
que en su vino se vieron desde el primero momento rasgos diferenciales: apuesta
clara por el Tempranillo y su carácter frutal y por la moderación en la crianza y el
uso de roble francés para respetar precisamente la fruta en una época en la que
triunfaban los riojas cargados de roble.

Vinos con un perfil que puede ser considerado de modernidad aún hoy y que
le dieron una notable proyección internacional. Las etiquetas rojas de Marqués
de Cáceres fueron una excepción en cartas de vinos de todo el mundo. Cuando
aún eran muy pocas las bodegas españolas que conseguían un puesto sólido, los
Marqués de Cáceres se podían ver hasta en la misma Francia.

En estos más de cuarenta años, con su fundador al frente y siguiendo cada paso
de forma estrecha, Bodegas Marqués de Cáceres se ha mantenido siempre entre
las casas punteras de la zona, en popularidad y en calidad reconocida. Se ha
desarrollado una gama completa de vinos, que incluye tintos como Gaudium y
Mc que son pura vanguardia, junto a vinos jóvenes como el rosado o el renovado
blanco, un semiseco, un blanco fermentado en barrica y la gama habitual de
crianza, reserva y gran reserva que Enrique Forner contribuyó a que fuera
regulada en los plazos de envejecimiento que conocemos hoy.

A finales de 2007, poco antes de que se manifestara su enfermedad, dio el relevo
en la presidencia de la bodega a su hija, Cristina Forner, que antes desempeñó
diferentes cargos en la firma y fue una de las responsables de la expansión
internacional de sus vinos.