La bodega consuma la salida anunciada hace un año

Juan Carlos López de Lacalle

Madrid, 29 de diciembre de 2015. AP.- A través de un comunicado difundido en la tarde de hoy, que reproducimos íntegro (hacer clic aquí), Bodegas y Viñedos Artadi ha anunciado que finalmente abandona el Consejo Regulador de la DOC Rioja. Ha transcurrido un año y un día desde que una entrevista a Juan Carlos López de Lacalle, máximo responsable de la bodega de Laguardia, publicada en el diario La Rioja destapara la caja de los truenos.

La verdad es que la información no se correspondía exactamente con el titular y un destacado en el que se afirmaba que la bodega saldría de la DOC Rioja en febrero de este año, pero el protagonista no desmintió esos extremos y decidió tomarse un tiempo para adoptar la decisión definitiva.

En los primeros días, la noticia, toda una conmoción en la zona y en el mundo del vino en general, suscitó reacciones de todo tipo, incluso de destacados políticos regionales, pero en general muy poco favorables a las tesis de Artadi y algunas de ellas cargadas de pólvora. No hubo demasiadas muestras de cariño pero López de Lacalle mantuvo su palabra de esperar, aun con el convencimiento, expresado en aquellos días, de que no habría cambios que le hicieran modificar su opinión.

Eso no es del todo cierto porque algunas de las organizaciones empresariales del vino riojano van a presentar propuestas para implantar en Rioja lo que los reglamentos vinícolas de la Unión Europea designan como indicaciones de “entidad geográfica menor”. La Asociación Bodegas Familiares de Rioja anunció a principios de diciembre la presentación de un proyecto para la creación de la figura “vinos de finca” dentro de Rioja y en el mismo sentido van los estudios que está realizando de forma muy discreta la principal patronal de la zona, el Grupo de Bodegas de Rioja.

En esas indicaciones europeas caben subzonas, como las tres reconocidas en Rioja, municipios, pagos o vinos de finca, en un desarrollo similar al que existe desde hace muchos años en las principales zonas vinícolas francesas. Las organizaciones de bodegas citadas parece que se inclinan por dar carta de naturaleza a los vinos de finca, la más restrictiva en lo geográfico, que prácticamente sería una mención individual, como ocurre en los principales châteaux bordeleses, y dejan en suspenso las intermedias, como los vinos de municipio (los comunales de Burdeos), figura que ya existe en la DOC Priorato, o los vinos de pagos concretos o de áreas en las que las viñas se reparten entre varios propietarios, frecuente en Borgoña y Champagne.

30 años en la cima

La salida de Artadi de Rioja se produce cuando la bodega cumple treinta años de existencia. Fue creada por la unión de varios viticultores de Rioja Alavesa (su primer nombre fue Cosecheros Alaveses) y se estrenó con un tinto joven, Artadi, que a pesar de su nombre (encina en euskera) no tenía crianza alguna en madera (ahora es una producción anecdótica en la bodega, si es que se sigue produciendo, y sale con un breve paso por barrica) y respondía al perfil del clásico vino de cosechero pero modernizado y claramente mejorado.

A partir de ese Artadi inicial se desarrolló toda una gama de tintos, primero con Viñas de Gain, que hacía las veces de crianza (la bodega renunció desde muy pronto a las menciones oficiales de crianza, iniciativa transgresora en la época), después Pagos Viejos, Grandes Añadas y el tinto de finca Viña El Pisón (una pequeña parcela situada a escasa distancia al sur de Laguardia), que ha sido el que lanzó el nombre de Artadi a lo más alto del reconocimiento mundial. En 2012 salieron los llamados parcelarios, tres nuevos Artadi de otras tantas fincas (Poza de Ballesteros, El Carretil y Valdeginés) que formaban parte de la composición de Pagos Viejos y que han terminado por provocar la desaparición de esa gran marca este mismo año y, con ella, la especialización de la bodega en la elaboración de vinos de una sola viña, con Viñas de Gain en el papel de “segunda marca”. Además, se producen pequeñas cantidades de vino blanco y cava.

Juan Carlos López de Lacalle en Viña El Pisón

Inquietud alavesa

La salida de Artadi de Rioja, que puede tener algún tinte de matiz político, no es un caso aislado. De hecho, se han disparado enseguida los rumores sobre una eventual salida de alguna bodega más, aunque es difícil sentirse con fuerza suficiente como para renunciar a la marca Rioja. Responde a una inquietud existente en Rioja Alavesa y que tiene dos motivos bien diferenciados aunque a veces se puedan confundir.

Por un lado, una cierta vocación “separatista” fomentada desde bien definidas instancias políticas y que se encuentra con dificultades serias, como el uso la marca Rioja, imposible en caso de escisión, y la oposición de no pocas de las principales bodegas de la comarca. Por otro lado, la incomodidad manifestada por diferentes bodegas al no poder desarrollar una imagen de calidad que las diferencia de los vinos de tirada masiva y homologue a sus marcas punteras con los nombres más prestigiosos del vino mundial.

En esa segunda línea cabe situar a Artadi pero también a otras bodegas, como las que negociaron con Artadi la creación de una asociación de vinos de finca: Remelluri, Bodegas y Viñedos Pujanza, Viñedos de Páganos y Viñedos del Contino, a las que se sumó Bodegas Ostatu, propiedad de la familia Saenz de Santamaria, a la que pertenece Gonzalo Saenz de Santamaria, prócer del PNV alavés, que fue consejero de Agricultura del Gobierno Vasco.

La inclusión de esa bodega y la limitación del ámbito territorial de la asociación a Rioja Alavesa le dieron el tinte político que pudo ser uno de los motivos principales del abandono del proyecto de Pujanza y Viñedos de Páganos. Y, a la postre, de la paralización del proceso constituyente de la propia entidad, tan discreta en esa “muerte dulce” como en su propia gestación.