Vicente Taberner

Arcos de la Frontera (Cádiz), 1 de marzo de 2013. MS. - Son ya trece los años que hace que Huerta de Albalá comenzó su andadura en el panorama vinícola de la mano de Vicente Taberner, su propietario-fundador y sin duda un visionario teniendo en cuenta lo que tras él, en la Tierra de Cádiz, se han animado a reproducir otros. Localizada en Arcos de la Frontera, y atraído por la particular orografía, el microclima que disfrutan y las características de la tierra, la historia de Huerta de Albalá arranca en 2001 cuando Taberner adquirió las 91 hectáreas de que dispone la bodega y en las que tiene plantadas tan solo variedades tintas: Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon y Tintilla de Rota, la única autóctona.

Tenía claro que su pretensión era elaborar tintos y luego un rosado, y en su gama hay vinos para todos los públicos, desde los populares Barbazul y Barbarosa, seguidos de Taberner hasta su etiqueta top, Taberner nº1. En esta casa con aires de château, donde el viñedo rodea la bodega asentado en una ladera con distintos tipos de suelos, las instalaciones resultan inimaginables, y por tanto sorprenden, para una elaboradora del
sur. Pero aquí todo es fiel reflejo de la personalidad y carácter apasionado de Vicente Taberner quien desde el primer momento ha apostado por la búsqueda de unos vinos diferentes a partir de importantes inversiones tanto en el campo como en la bodega, con especial atención a las barricas –podemos asegurar que casi una obsesión-, todas de roble francés allier con tostado medio plus.

En Huerta de Albalá, Taberner rodeado de la prensa y los chefs.

En Huerta de Albalá, Taberner rodeado de la prensa y los chefs.


Son tintos elaborados unas proporciones similares de Syrah y Merlot, coupage completado por una pequeña aportación de Cabernet Sauvignon. Solo su primera elaboración, 2005, se compone exclusivamente de Syrah y a pesar de ser el más veterano hizo un buen papel en la cata mostrando una buena madurez, complejidad y destacada carnosidad en la boca, a diferencia de sus hermanos más jóvenes. Taberner 2010 nos pedía ser disfrutado ya dada su golosidad y carácter sabroso, con notas de fruta en licor junto a toques cítricos en nariz, aunque no saldrá al mercado hasta 2014, según nos ha confirmado la enóloga de la bodega, Milagros Viñegra.No obstante, desde que hace unos tres años adquiriese una de las fincas más emblemáticas de la zona de Jerez, Pago Balbaina, que era propiedad de Osborne, Taberner cuenta con 160 hectáreas más de tierra, en las que arrancó la vieja viña de palomino pero conservó unas parcelas experimentales con otras variedades de uva. De ellas procede su nueva elaboración, el primer blanco de Huerta de Albalá. Se trata de Barbazul blanco 2012, un monovarietal de Chardonnay, sin barrica (fresco, frutal, untuoso, intenso y amable, entre flores blancas, frutas cítricas y hierbas aromáticas), del que han producido unas 22.000 botellas. Su puesta de largo nos ha llevado de nuevo a visitar esta casa para, con este motivo, participar también del nacimiento de otro nuevo vino de Syrah Barbazul rosado 2012, y de una vertical del tinto Taberner (2010, 2008, 2007, 2006 y 2005) para constatar en directo como ha ido evolucionando.

En cuanto a 2007 y 2008 hicieron las delicias de los presentes, en general, a partes iguales. Mientras el primero resultaba en su momento óptimo de consumo gracias al equilibrio entre acidez, madera y carácter frutal, se percibían agradables notas torrecfactadas, ahumadas y especiadas, la carnosidad del 2008 promete pues pueden quedarle unos añitos para pulirse y evolucionar a muy rico. Una cosecha compleja, muy expresiva y de intensas sensaciones. Por último, la añada 2006 se presentó como la más madura y pulida, y con una acidez que aportaba frescura y persistencia. Una etiqueta ensu mejor momento.