Madrid, 16 de julio de 2017. MS. – Tras la aprobación de la Junta Directiva del Consejo Regulador de la DO Bierzo, los consumidores podrán conocer a partir de ahora si el vino berciano que está tomando es un Vino de Villa (municipio o pedanía), Vino de Paraje, Vino de Viña Clasificada o de un Gran Vino de Viña Clasificada, siempre que las bodegas decidan acogerse a esta nueva modalidad de designación en el etiquetado. Es decir, no es obligatorio informar de la procedencia de sus vinos sino que es compatible la actual nomenclatura y modalidad que sigue en vigor.
Pero la legislación europea (artículo 67.2 del Reglamento CE número 607/2009) contempla la posibilidad de denominar a los vinos con el nombre del paraje o municipio en el que se ha cultivado la uva, cuando se pueda demostrar esa procedencia a través de la trazabilidad del producto.
La nueva normativa exigirá a los viticultores que se quieran acoger a estas nuevas designaciones de unidades geográficas menores a reducir el rendimiento de la uva (kilogramos por hectárea) entre un 20% y un 35% del máximo fijado actualmente por la denominación, además de una edad mínima del viñedo.
Con esta medida desde la DO buscan dar más valor a la calidad de la uva, aparte de retomar un tipo de identificación que durante mucho tiempo se utilizó en España, cuando los vinos se venían bajo el nombre de los pueblos o parajes de los que procedía la uva. Un sistema que ya vienen utilizando en otras denominaciones con éxito, como es el caso de Priorato o Rioja en nuestro país, el Piamonte italiano o los vinos franceses de Borgoña. Los primeros vinos del Bierzo que se acojan a la nueva designación tardarán un mínimo de dos años en salir al mercado.
Este proceso modernizador concluirá con la aprobación definitiva del pliego de condiciones por parte del ITACYL (Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León) y Bruselas, después, en los próximos años.
En este momento, además, el grupo de trabajo para la implantación de la zonificación está diseñando un mapa (“parcelario de aptitud”) con todas las parcelas aptas para el cultivo del viñedo, tanto las que están en producción como las que están en desuso. Desde el Consejo Regulador su presidenta, Misericordia Bello, confía en que “la zonificación repercutirá directamente en la mejora del precio del vino, de la uva y del viñedo; evitará el abandono de viñedos, incentivará la plantación y recuperación de las parcelas en desuso y fortalecerá el sector vitivinícola del Bierzo”.
Las nuevas unidades geográficas menores aprobadas son:
-Vino de la Región. La actual delimitación geográfica de la denominación.
-Vino de Villa. Toda la uva empleada tiene que proceder de parcelas que pertenezcan al municipio o pedanía en cuestión. Además, el rendimiento será un 20% menor al máximo fijado por la DO.
-Vino de Paraje. En este caso, las uvas deben proceder de un mismo paraje de nombre reconocido en el Parcelario de Aptitud. El rendimiento de la uva será un 25% inferior al máximo fijado por la DO.
-Vino de Viña Clasificada.- Las uvas utilizadas procederán de una misma parcela o de parcelas colindantes de un mismo paraje, de nombre reconocido en el Parcelario de Aptitud, que al menos durante cinco años hayan sido tipificados como vinos de viña y cuya calidad haya sido reconocida por el Comité de Expertos del Consejo Regulador. El rendimiento será un 30% inferior al máximo fijado hasta ahora.
-Gran Vino de Viña Clasificada.- Caso similar al anterior, pero en su caso serán parajes tipificados al menos durante diez años como vinos de viña y de calidad reconocida por los expertos del Consejo. En cuanto al rendimiento, un 35% inferior al máximo fijado.
Designaciones, vemos, con requisitos cualitativos en lo que a rendimientos se refiere y también en cuanto a edad del viñedo, aunque esto todavía está por definir. Actualmente, la zona de producción de la Denominación de Origen Bierzo incluye 21 municipios y más de un centenar de pedanías.
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