Bodegas José Pariente adquiere Vilerma, una de las joyas del Ribeiro, clave en la resurrección de sus vinos

PlanetAVino. 15 de enero de 2023.- Pepe Seoane

Vilerma, uno de los nombres fundamentales del Ribeiro y de su resurrección/modernización a partir de los años setenta del siglo pasado, ha pasado a ser propiedad de Bodegas José Pariente. Con esta adquisición, que se formalizó el jueves en Valladolid y se ha conocido hoy, lunes, la firma de Rueda entra en un escenario muy diferente al que le es natural, tanto por volumen como por el perfil de los vinos que definen a las dos zonas, Ribeiro y Rueda.

La venta de Vilerma a una empresa del sector era, según confiesa el fundador, Arsenio Paz, uno de los aspectos que consideraban determinante, con el fin de garantizar que se mantuviera el estilo de la casa y el respeto a su singularidad, algo en lo que ahora coinciden las dos partes.

Los nuevos propietarios, de acuerdo con Martina Prieto Pariente, se muestran muy ilusionados con el proyecto. Aun cuando los números que aporta la nueva bodega serán mínimos en la oferta del grupo, pues son apenas seis hectáreas propias las que suministran la uva para los vinos de Vilerma admiten que el reto de mantener y mejorar un proyecto tan personal, al cual los fundadores pusieron cariño hasta el último detalle, es atractivo.

Del casi exclusivo trabajo con la variedad Verdejo, celosa señora de Rueda, pasarán ahora a vinos plurivarietales, tanto en los más conocidos blancos, con su mezcla de Treixadura, Torrontés, Albariño, Lado, Godello, Loureira o Caíño, como en los tintos, tan escasos como interesantes por su personalidad y su potencial.

Arsenio Paz, el fundador y ya expropietario de Vilerma junto con su esposa Chon Labrador, es de los que predica con el ejemplo y desde el primer momento ha elaborado tintos de escasa circulación. Y mantiene que les queda un gran recorrido.
Las raíces de la Vilerma que hoy conocemos hay que buscarlas en los años setenta del siglo pasado. Arsenio, abogado cuya vida profesional se desarrolló en gran medida en Vigo, heredó de su padre -que en 1952 había sido uno de los socios fundadores de la bodega que hoy es la cooperativa Viña Costeira- la pasión por el vino. Buscó, peleó con el minifundismo y adquirió varias fincas para completar A Vilerma. Tiene agua. Plantar kiwis fue la primera opción, pero las satisfacciones de esta fruta son escasas. Tiraba el vino y se rindieron a él.

Las uvas de las primeras vendimias acabaron vinificadas en la Bodega Experimental del Ribeiro que el INDO había impulsado para contribuir a la modernización de la zona. La de 1996 fue la primera cosecha que se embotelló. La trayectoria ha sido impecable desde entonces, con un trabajo que dejaba clara la fe en lo que se hacía y la confianza en la tierra y en el pasado, en sus variedades nobles y en el futuro.

La falta de relevo generacional ha sido aquí, como en tantas obras bodegas de la comarca, determinante para la venta. Los pretendientes han sido varios en los últimos años. El flechazo llegó en 2023.
Con esta son tres, por otra parte, las bodegas que desde Valladolid se han asentado en la misma Ribeira do Avia, un espacio muy considerado en el conjunto del Ribeiro, durante los últimos años. Pago de Carraovejas se ha hecho con marca, bodega y viñedos de Emilio Rojo y Viña Mein, mientras que Matarromera adquirió la bodega Sanclodio, que el cineasta José Luis Cuerda había fundado. En todos los casos, la quiebra del relevo generacional ha sido determinante. Quede como último apunte, por aquello del perfil y el estilo, que Viña Mein y Sanclodio están inscritas en el apartado de “bodegas” del consejo regulador del Ribeiro, mientras que Vilerma es “colleiteiro”, es decir, cosechero. Se suman como operaciones destacadas, la compra de Grandes Pagos Gallegos de Viticultura Tradicional, por parte de Hijos de Rivera (Estrella Galicia); el grupo coruñés cuenta en Ribeiro con Finca Viñoa y Pazo Casanova.

Recordaba Arsenio Paz, en un reciente pregón de la feira do Ribeiro, que “seis siglos antes del nacimiento de Cervantes, ya los reyes de Asturias y León tenían bodega en el Ribeiro, en la zona de Gomariz, donde se conserva un recinto amurallado denominado A Peza do Rei”. Pues hasta aquí se ha venido José Pariente.