Madrid, 20 de abril de 2013. MS. - Ante un nutrido grupo de periodistas madrileños
del sector del vino, Isacín Muga, fundador y propietario de Bodegas Muga, acompañado
de sus sobrinos Manu y Eduardo Muga (miembros de la tercera generación de la familia
siendo Eduardo, además, el actual Presidente de la Fundación para la Cultura del Vino)
han dado a conocer dos nuevas añadas de dos de sus vinos emblemáticos, el Muga
Crianza 2009 y Prado Enea Gran Reserva 2005, que en breve saldrán al mercado.
Estamos ante una de las bodegas más emblemáticas del panorama vinícola español
cuyos vinos transmiten el mejor clasicismo riojano, elaboraciones con carácter propio
pero con las señas de identidad propias de la Rioja Alta. Ubicada en el histórico Barrio
de la Estación de Haro, es una de las firmas que mejor ha sabido interpretar los nuevos
tiempos a partir de su historia y saber hacer, asentada y reconocida en el mercado,
además, como una de las grandes casas riojanas.
Con 24 meses en barrica y otros 12 en botella antes de salir al mercado, se presenta
ligero y maduro, fresco, equilibrado, con aromas de crianza y notas de frutos rojos,
“el Crianza 2009 (70% Tempranillo, 20% Garnacha, 7% Mazuelo y 3% Graciano) es
una añada grandiosa” en palabras de Isaac Muga –conocido por todos como Isacín–
artífice, junto a su ya fallecido hermano Manolo (padre de Manu y Eduardo), del trabajo
realizado por la bodega en los últimos 40 años.
En cuanto al Gran Reserva Prado Enea, sin duda uno de los grandes vinos clásicos de
esta casa, avalado por reconocimientos de toda índole, esta añada 2005 es una de las
más elegantes de la historia reciente con una nariz potente, intensa y una boca plena de
sensaciones y matices. Fluido, amable, untuoso. Elaborado con un 80% de Tempranillo
y el resto de Garnacha, Mazuelo y Graciano, las uvas proceden de los viñedos situados
a mayor altitud, y la crianza de este vino es de doce meses en depósitos de roble de
16.000 litros, para después pasar un mínimo de 36 meses en barricas y otros 36 mínimo
en botella.
Previo al embotellado de ambos vinos, realizan una ligera clarificación con clara de
huevo fresco, seña identificativa de la casa. Además, señalar que en Bodegas Muga no
existe el acero inoxidable, todo es con madera (incluidas las fermentaciones), de forma
que es de las casas que cuenta con tonelería propia con lo que dominan a la perfección
el tratamiento de esas maderas en lo que respecta al tostado más adecuado para sus
diversas elaboraciones: crianza, reserva y Prado Enea en la línea clásica, junto a sus
considerados ‘modernos’ Torre Muga y Aro, unos y otros reconocidos y prestigiados.
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