El pasado mes de marzo, cuando todo esto empezaba y todos pensábamos que la crisis no sería tan profunda, mostramos el firme propósito de seguir nuestro ritmo. Nuestra intención era hacer frente a las circunstancias con toda la normalidad que fuéramos capaces de mantener. Menos de dos meses han hecho falta para mostrarnos que ese esfuerzo es inútil y que tenemos que cambiar el rumbo.


La revista correspondiente a abril está impresa y lista para su envío desde los últimos días de marzo. El presunto servicio de Correos limitó su actividad a lo que llaman “servicio universal”, que debe de ser la distribución de cartas, aunque hemos comprobado que en este tiempo una carta podría perfectamente tardar diez días en viajar desde Soria hasta Madrid.


Daba lo mismo, no obstante, porque los decretos del Gobierno obligaron a cerrar las instalaciones de la imprenta y a confinarnos en casa. La nuestra no es una actividad esencial. Así, la revista no ha podido salir y no tenemos fecha para que salga.


A pesar de todo, decidimos mantener el ritmo y sacamos la revista, en digital y de acceso gratuito, en www.proensa.com y añadimos a esa página web nuevos contenidos, también de libre disposición, para aportar nuestra humilde colaboración con el fin de hacer más llevadero el confinamiento ciudadano.


Pensábamos afrontar la bajada de ingresos por el previsible descenso de la publicidad, que es el sustento fundamental de publicaciones como la nuestra, pero cumplir más o menos puntuales con nuestra cita bimestral.


Sin embargo, tampoco eso ha sido posible. No influye tanto el problema económico o las limitaciones para imprentas y demás, que algo tienen que ver, como las dificultades que estamos encontrando para realizar nuestro trabajo.


No podemos salir de casa y tampoco encontramos respuesta suficiente en los protagonistas de nuestros reportajes, con sus problemas propios y poco tiempo para atender a la prensa o para el envío de muestras y datos.


Sumado todo, nos hemos visto obligados a renunciar provisionalmente a nuestros planes de continuidad. Y hemos tenido que cambiar el calendario.


Esperamos poder distribuir la revista de abril a lo largo del mes de mayo y hemos decidido no acudir a nuestra cita bimestral en junio. Será, si nuevos inconvenientes no lo impiden, en los primeros días de julio. El siguiente número, suponemos que ya con el ritmo realmente recuperado, será el correspondiente a octubre.


También se retrasa la salida del monográfico anual, que verá la luz, junto con el número de la revista, en julio. Este año, por tanto, sólo habrá cinco entregas de PlanteAVino. Como es natural, las suscripciones finalizarán también más tarde para cumplir con la entrega de seis números en la suscripción anual y de doce en la bienal. La Guía Proensa mantendrá en principio su fecha de aparición, a finales de noviembre, como cada año desde 2002.


Queremos pedir disculpas por faltar a nuestro compromiso, aunque sea obligados por las serias circunstancias que atraviesa el mundo.


Agradecemos vuestra comprensión y deseamos que esta plaga finalice pronto y con el menor daño posible.


Os enviamos un afectuoso saludo de todo el equipo,


VadeVino Editorial