Madrid, 23 de mayo de 2015. MS. - Desde hace ocho años, el grupo Codorníu Raventós está inmerso en un proyecto que ve ahora la luz y en el que han participado sus bodegas más representativas; las españolas Codorníu, Bodegas Bilbaínas, Raimat, Scala Dei y Legaris; desde Argentina, Séptima, y la californiana Artesa. Un cava y seis vinos, todos de producción limitada y elaborados a partir de una selección de viñedos.
Bajo la denominación “Selección de Viñedos Únicos” han confeccionado, entre todos los enólogos de cada bodega, una colección de grandes vinos.
“Nos define la enología, la tierra, las formas de vinificar y el oficio, sin olvidar que todo esto está hecho en equipo”. Así habla Javier Pagés, director general del grupo, quien recordaba, durante la presentación de estos vinos únicos, que “Codorníu lleva casi 500 años buscando la calidad e innovando, siendo nuestra razón de ser contar con viñedos y bodegas propios para controlar todo el proceso de elaboración y ser dueños de nuestro futuro”.
Por su parte, Arthur O’Connor, director de enología, apuntaba que a través de estas elaboraciones top “buscamos innovar a la vez que mejorar la gama de productos”. Para ello, junto a los diferentes enólogos y equipos de viticultura de Codorníu Raventós, en 2006 comenzaron clasificando todos los viñedos de cada una de las regiones con el fin de seleccionar las mejores parcelas, de características únicas, para hacer unos vinos especiales y que representasen su origen.
456 Gran Reserva 2007 es el cava elaborado en Codorníu por Bruno Colomer. Su nombre responde al número de vendimias realizadas en la bodega hasta 2007, lo que supone que en cada añada varíe ese número. De esta primera han elaborado casi 3.000 botellas, un coupage de chardonnay y pinot noir a partes iguales con un 10% de xarel.lo, uvas procedentes de fincas seleccionados en Costers del Segre, Conca de Barberá y Penedés respectivamente. Se trata de un vino complejo y expresivo, con un carbónico fino, buena frescura, untuoso, sabroso. Notas de hinojo, infusión y cítricas. Fino y con un postgusto adecuado, destaca su noble crianza.
En el caso de Raimat (D.O. Costers del Segre), Raimat 100 es el vino elaborado para celebrar el centenario de esta bodega, con una edición limitada de 603 botellas. Con Elisabeth Figueras a la cabeza del proyecto, se trata de una combinación de xarel.lo y chardonnay al 50%, procedentes de las viñas localizadas en las faldas de las colinas de Raimat, una zona de importantes contrastes térmicos y suelos calcáreos, de textura franco-arcillosa y pobres en materia orgánica. Todavía pendiente de salir al mercado, y después de haberlo conocido en primicia a finales del pasado año, su evolución en botella le está sentando francamente bien. Blanco con carácter y personalidad, muestra volumen y cremosidad, carnoso, con una acidez equilibrada y potencial de envejecimiento.
Scala Dei Masdeu 2011 es el vino especial de Ricard Rofes, enólogo de Scala Dei, la bodega del grupo en el Priorat. Un monovarietal de garnacha, procedente de una finca en terraza, de suelos arcillosos, a 720 metros de altitud. Ha fermentado en depósitos de cemento sin eliminar el raspón, “recuperando técnicas empleadas en los setenta que se había perdido”, apunta Fores, para después hacer una crianza en foudres de 500 litros.
Un vino que presenta una gran complejidad, profundidad y riqueza aromática, balsámico, mineral, fresco. Largo, voluminoso, carnoso y con un elegante paso de boca.
Bodegas Bilbaínas, una de las casas emblemáticas de Rioja, firma Alto de la Caseta 2010, elaborado por Viña Pomal. Recibe el nombre del pago del que procede y Diego Pinilla es su artífice. Procede de viñas de más de 35 años de tempranillo, en un meandro del río Ebro, y es el viñedo que, dicen, “representa la mejor y más pura esencia de Viña Pomal”, con suelos pobres, sueltos y pedregosos. El vino ha realizado la maloláctica en barrica y tiene una crianza de 20 meses en roble francés. De agradable complejidad y excelente reducción, se muestra mineral, con notas tostadas y de juanola, noble tanino por pulir, sensación balsámica y recuerdos de hierbas aromáticas. Paso de boca fino y amplio.
Con Legaris Calmo 2009 la bodega que tienen en Ribera del Duero, Legaris, conmemora también sus diez años de vida. Para elaborarlo, Jorge Bombín, su enólogo, ha utilizado viñas viejas de tinto fino de más de cien años, a 925 metros de altitud en la provincia de Burgos. También con maloláctica en barrica, tiene 18 meses de crianza y fue embotellado a finales de 2011. Ribera serio y estructurado, potente, con buen carácter frutal y gran equilibrio. Buena acidez que aporta frescura y finas notas de la barrica. Final ligeramente seco que seguro limará con tiempo en botella.
Junto a estos, de su bodega argentina Séptima (en Mendoza), y de la californiana Artesa (en Napa Valley), proceden otras dos elaboraciones únicas. De la primera Gran Malbec 2009, elaborado por la enóloga Paula Borgo a partir de viñedos de la región de Agrelo, una zona de grandes contrastes térmicos, apuntaba Arthur O’Connor, director de enología. Con 24 meses en roble nuevo americano y francés, este malbec muestra una expresiva e intensa nariz con notas de fruta roja, ciruela, mermelada, y una boca golosa al tiempo que presenta buena acidez. Fino, sin aristas, algo rústico pero con elegancia.
Por último, Finca 91D Pinot Noir 2012 es un vino que firma Ana Diego y que no se vende en el mercado español. Procede del viñedo que le da el nombre, 91D, plantado en el año 91 a 128 metros, la mayor altitud en la zona, apuntan. Tinto fresco gracias a su carácter balsámico, se perciben aromas de fruta en sazón, recuerdos ahumados. En boca es sutil, elegante, fluido y delicado. Sin gran estructura pero de agradable y elegante paso de boca.
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