Las semanas que pasan de una columna hasta la siguiente se van agolpando esas catas y botellas que en un día como hoy rescato para actualizar este espacio. Me gustaría contaros más habitualmente pero por el momento no lo consigo, razón por la que cuando me siento a hacerlo lo hago de tanto y a veces tan variado. En esta ocasión los meses en los que estamos tiñen esta sentada de blancos y rosados, junto a dos andaluces santo y seña de lo que se elabora por esas tierras, una novedad con burbujas y tintos recientemente catados en y por distintas circunstancias. Un conjunto de referencias que yo comparto de una tacada pero con perfiles variados para disfrutar en diferentes ocasiones.
La más reciente Manzanilla Solear (Bodegas Barbadillo) sale al mercado en una nueva botella y estrenando imagen. Procedente de unos viñedos con una media de edad de 30 años, y tras permanecer seis años en botas criando por el sistema de criaderas y soleras, esta nueva entrega, con un color pajizo pálido verdoso, se presenta limpia e intensa en nariz, con aromas de crianza biológica, notas salinas, frutos secos, cabello de ángel. En boca resulta ligera, sabrosa y equilibrada, con cierta untuosidad en el paso, fresca y persistente.
De sus vecinos jerezanos disfruto con la saca de 2016 de Tío Pepe Fino en Rama (González Byass). Procede de 60 botas seleccionadas y esta saca de primavera, “en Rama”, muestra un Tío Pepe en estado puro, inspirado, cuentan, en los días en los que el vino se consumía directamente de la bota. Amarillo paja a la vista, en la nariz es expresivo y complejo, fino, muestra aromas de levaduras nobles y frutos secos (almendra). Envolvente, fresco, muy intenso y amplio en la boca. Un fino serio y elegante con gran longitud. Reparar en que esta 2016 lleva una nueva etiqueta basada en diseños históricos y originales que conserva la Fundación González Byass.
La novedad llega del Penedés, de la joven bodega AT Roca, practicantes de una viticultura totalmente ecológica. Se trata de un brut nature Classic Penedès de macabeo que sale con el nombre Reserva Barrica 2013. Procede de una sola viña de 62 años y suelo muy calcáreo, lo que le aporta salinidad y mineralidad. El 70% ha sido fermentado en barrica francesa sin tostar de 500 litros y tiene una crianza mínima de 30 meses. El resultado, un rico espumoso de burbuja fina bien integrada, con notas de panadería (brioche) por el contacto con las lías, tostados, ahumados. Seco, corpulento, sabroso, con volumen, equilibrado y unas agradables notas amargas que le aportan recorrido.
Con cualquiera de estos tres podría plantearme un picoteo con entidad y beberlos de principio a fin…
En versión rosa tres referencias que siguen la tendencia moderna de los vinos color pálido, rosados que tan bien entran por la vista y que están reportando a sus bodegas destacables resultados. Etiquetas las tres para una ‘sentada’ relajada, que no piden pensar sino beber y disfrutar, y una terraza a media tarde puede ser el lugar ideal. Viña Pomal Rosado 2015 (Bodegas Bilbaínas) es el primer rosado de la historia de la riojana Viña Pomal, compuesto por un 70% de garnacha y un 30% de viura. De color piel de cebolla asalmonado, la nariz es correcta, limpia, donde se aprecian aromas de fruta roja (fresa, frambuesa), florales (violeta) y notas de hinojo. Con buen equilibrio en boca, fresco, ágil, paso frutal, agradable y de media persistencia. Un rosado comercial.
Dehesa de Luna Rosé 2015 es la segunda añada que saca al mercado la firma albaceteña del mismo nombre. Elaborada con cabernet sauvignon sigue la línea de los vinos provenzales mostrando un color rosa asalmonado, con buena expresión varietal en nariz, franco, frutal (fruta blanca madura), notas florales y finos aromas herbáceos. Sabrosa boca, vivo, con untuosidad en el paso, aromático y un final con marcado carácter frutal.
También Chivite Las Fincas 2015 llega con su segunda cosecha, el proyecto que firman las familias Chivite y Arzak bajo IGP Vino de la Tierra 3 Riberas. En su particular botella y con un característico rosa pálido, se compone de tempranillo (46%) y garnacha (54%) y tiene cuatro meses de crianza con sus lías. De buena intensidad en nariz, se perciben aromas de fruta roja (fresa, moras), notas florales y un ligero fondo cítrico. Destaca su equilibrio en boca donde resulta sabroso, con frescura y de paso fluido. Frutal y con una persistencia media.
Los blancos son el grupo fuerte en esta entrega, todos de la añada 2015 y la mayoría recomendables para un día de calor. Empezaré por el nuevo, Collage 2015, llegado del Bierzo desde las bodegas Aurelio Feo, en Ponferrada. Éste su primer blanco es un coupage de 80% godello, 15% doña blanca y 5% palomino, de viñas de más de 60 años, y sólo han hecho 3.500 botellas. Presenta sabrosas notas de fruta blanca, hierbas aromáticas, aromas tropicales, buena frescura y agradable acidez.
De la gallega Lagar de Cervera, en Rías Baixas, las nuevas cosechas de Lagar de Cervera y Pazo de Seoane, su hermano pequeño. Lagar de Cervera 2015 es un albariño de sus parcelas en O Rosal y Cambados (Pontevedra), amarillo verdoso, dada su juventud –pues todavía evolucionará bien en botella–, intenso y aromático, en el que destacan aromas de fruta carnosa y de hueso (albaricoque, melocotón) junto a notas exóticas y almibaradas. Tiene amplitud en boca, donde resulta untuoso, con una viva acidez que aporta frescura, está equilibrado, y con una limpia y frutal vía retronasal. En cuanto a Pazo de Seoane 2015, su hermano pequeño y que salió por primera vez el pasado año, es un albariño (82%) que complementan con caiño blanco (9%), loureiro (6%) y treixadura (3%), y ha permanecido seis meses en contacto con sus lías en depósitos. Esta nueva añada cambia a botella borgoña. De color pajizo pálido con tonos verdosos, con franqueza y adecuada intensidad, muestra aromas de fruta blanca (manzana, pera), notas florales, herbáceas y un toque cítrico. En boca es equilibrado, fresco, sabroso, ligero y fluido en el paso.
Luego, de tierras mallorquinas procede Quíbia 2015, de la bodega Ánima Negra. Un vino elaborado con dos variedades tintas y dos blancas, las autóctonas callet (60%) y premsal (30%) a las que suman un 10% de muscat y giró. A la vista amarillo pajizo, es complejo e intenso en nariz, con aromas de fruta exótica y escarchada, recuerdos cítricos (pomelo), notas florales y fondo mineral. Con una boca también mineral, gustosa y fresca, donde vuelven los aromas cítricos de la nariz junto a finos herbáceos, además de con una agradable calidez.
Lafou Els Amelers 2015 (LAFOU Celler) es un monovarietal de garnacha blanca llegado de la DO Terra Alta. Ha hecho la crianza en contacto con sus lías, y antes el 15% del vino ha fermentado en huevos de hormigón. Amarillo paja pálido, tiene una intensa nariz donde aparecen notas de fruta cítrica, fruta dulce y almibarada, flor blanca y fondo ahumado y de frutos secos. Con volumen y amplitud, graso a la vez que mantiene una buena acidez que compensa la dulzura del vino. Final persistente con notas cítricas y florales. LAFOU celler es la bodega que hace nueve años fundó Ramón Roqueta en Batea (Tarragona) y que se abastece de 12,5 hectáreas de viñedo propio localizado en fous que son las gargantas por las que antiguamente en esta zona pasaba un río.
El cierre del bloque lo pongo con Beronia Rueda 2015, la aventura blanca de la riojana Bodegas Beronia (González Byass) en tierras vallisoletanas. Procede de una viña de verdejo localizada a 750 metros de altura, conocida como Pago Carro de Santa María, y plantada hace 17 años a un kilómetro escaso del pueblo de Rueda. De color amarillo paja con ribete verdoso, en nariz es correcto, limpio, con aromas de fruta madura y notas de hinojo. Sencillo, ligero, equilibrado, con un paso frutal, buena acidez y final con ligero deje amargo característico de la variedad.
El apartado de tintos habla de cuatro historias bien distintas. La primera es la de otro vino mallorquín, Muac 2014, de Terra de Falanis (Vino de la Tierra de Mallorca), una mezcla de 35% callet, 35% manto negro y 30% cabernet sauvignon. Su primera añada fue la 2011 y después han estado dos años en silencio hasta que lo que han obtenido les ha convencido para sacar esta segunda. Tras nueve meses de crianza en barrica francesa y americana el resultado es un vino intenso y complejo en nariz, donde aparecen notas de fruta negra, especias y toques minerales. Equilibrado en la boca, es goloso, frutal, fresco, con recuerdos de bosque umbrío, una agradable acidez y buena persistencia. Ah, para su etiqueta han recurrido al dibujante profesional Pere Joan quien ha ideado una tira de cómic para esta nueva cosecha.
Desde el corazón de la Rioja Alavesa, Bodegas Izadi vuelve a sacar Izadi Selección 2011 después de diez años de su última añada, la 2001. Es su vino más emblemático, elaborado a partir de una selección de los mejores viñedos viejos que tienen entre los pueblos de Villabuena de Álava, Samaniego y Ábalos. El coupage se compone de un 80% de tempranillo y un 20% de graciano, y después ha envejecido durante 16 meses en roble francés y un 25% en americano. Aromático e intenso en nariz, muestra aromas de frutos rojos, notas especiadas, maderas final y toque mineral. Boca sabrosa, con estructura, fruta madura, tanino integrado y paso fluido.
La novedad llega desde la Ribera del Duero. Se trata de 8000 2012, el vino de Marqués de Burgos, el proyecto más reciente de Bodegas Lan. Es un tempranillo cuyo nombre responde al número de cepas centenarias que lo han hecho posible y de esta primera edición sólo han elaborado 3.480 botellas. Las uvas proceden de tres pequeñas parcelas de suelos pedregosos en el municipio burgalés de Quintana del Pidio. Color cereza picota, intenso en nariz donde predominan las frutas rojas, notas florales (violeta), especiadas, aromas de nobles maderas, toffe y balsámicos. Boca potente, carnosa, con cuerpo y acidez, donde vuelven las notas de la crianza y el tanino está bastante integrado. De final largo y persistente, se redondeará en la botella. Un vino para una ‘sentada’ más seria… Ah, y no me quiero olvidar…,su precio es 29 € pero el resto de esta entrega rondan los 15 euros en su mayoría, con lo que quiero decir que no es necesario gastar cantidades astronómicas para tomar buenos vinos, cosa que no pueden afirmar algunos de nuestros más directos competidores…
Con Viña Arnaiz Reserva 2011 finalizo la selección, en su caso porque pertenece al potente Grupo García Carrión y acredita lo numeroso y variado que hacen bajo el paraguas de la potente compañía, con presencia en ocho denominaciones de origen. Viña Arnáiz es su bodega de Ribera del Duero, en el término burgalés de Haza, y este vino es un coupage de tinta del país, cabernet sauvignon y merlot con 18 meses en roble francés y americano. De color rojo picota, muestra aromas de frutos silvestres, aromas de su paso por la madera (vainilla, torrefactos) y notas de especias. Carnoso en la boca, frutal, con un tanino por pulir y donde vuelven esas notas de su crianza.
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