Me quedan otros tantos y la lista no para de crecer, ¡por suerte! Pero son muchos los meses que tenemos por delante para irlos catando y contando. De momento, en la presente entrega, algunos de los que llevaban más tiempo en espera, tintos en su mayoría, y entre los que va alguna novedad. Empezamos.
Como es habitual en este espacio mío, me gusta comenzar por blancos y rosados cuando los hay, como es el caso, así que abrimos propuesto con dos etiquetas blancas a las que sigue una novedad rosada.
Marqués de la Sierra 2017 (sobre 7 €) es una de las recientes novedades puestas en el mercado por Alvear desde Montilla Moriles. Se trata de un monovarietal de pedro ximénez, de la parcela Casilla del Hospital, en la sierra de Montilla y propiedad de la familia. De suelos calcáreos y tras ocho meses de contacto con sus lías, se trata de un vino sencillo, correcto, fino, con una nariz limpia y discreta en la que se aprecian aromas de fruta madura y notas anisadas. Ligero en boca, fresco, con equilibrio y paso frutal.
De la gama Peñalba López de Finca Torremilanos, compuesta por tres vinos con contraetiqueta VT Castilla y León, Peñalba López Blanco 2015 (16,50 €), un coupage de 40% de tempranillo blanco, 40% sauvignon blanc y 10% de viura, que ha fermentado en barrica para después permanecer 11 meses con sus lías en roble francés. Fruto de una producción ecológica y biodinámica –pues la bodega cuenta con certificación ecológica desde hace siete años–, se muestra intenso en nariz, con cierta complejidad, aromas de fruta madura carnosa, notas amieladas, recuerdos de frutos secos y toque mineral. Con cuerpo en boca, buena acidez, envolvente, paso untuoso y destacada persistencia.
La novedad llega desde Bodegas Comenge, en Ribera del Duero. Se trata del rosado Carmen 2017 (17,25 €), procedente de viñas casi centenarias situadas en el municipio burgalés de Hontoria de Valdearados, y compuesto por un 50% de albillo real, 40% tinto fino, y un 10% de garnacha y valenciana. Tras siete meses en contacto con sus lías, resulta goloso, fresco (notas herbáceas), con una adecuada intensidad, buena carga frutal (fresa) y notas florales. Equilibrado, vivo y paso fluido. Sencillo pero rico y agradable. La elección del nombre, un homenaje a Carmen Fuentes, mujer del fundador de la bodega, Jaime Comenge.
La tanda de tintos que viene a continuación comienza con dos destacadas novedades. El primero forma parte del proyecto personal que Pepe Mendoza ha puesto en marcha junto a su mujer en la misma denominación donde viene elaborando, desde hace más de 25 años, los vinos de la firma familiar Bodegas Enrique Mendoza (DO Vinos Alicante). Se llama Casa Agrícola, ha adquirido 14 hectáreas de viñedo en el Alto Vinalopó, y por el momento ha lanzado tres vinos de los que he seleccionado Pepe Mendoza Casa Agrícola tinto 2016 (11 € aprox.), un coupage con un 70% de monastrell, 15% syrah y 15% alicante bouschet que nace como vino de parcela, con una limitada producción, y del que sólo el 20% ha sido criado en barrica de roble francés de 500 litros. Tiene una nariz intensa y compleja, con fruta roja y negra en confitura, aromas de hierbas aromáticas y toques balsámicos. Estructurado y frutal en boca, gran equilibrio, sabroso y muy fresco. La segunda novedad, aunque lleva algunos meses más en el mercado, procede del Bierzo y lo firma Amancio Fernández, enólogo de Losada Vinos de Finca. Se trata de El Cepón 2016 (32 € aprox.), un mencía de viñas de unos 50 años, cuyo nombre refiere el paraje en el que se encuentran esas uvas. Han trabajado un 30% en hormigón y el resto en barricas de 500 litros, tiene una crianza de unos 15 meses en roble francés y la producción se reduce a unas 1.150 botellas. Expresivo y fragante en la nariz, muestra aromas de frutos del bosque, balsámicos, especiados y minerales, junto a nobles y finas maderas. Bien constituido, sabroso, equilibrado, con un paso de boca aromático y un final de buena longitud. Lo he vuelto a probar tras su presentación a finales de abril y, sinceramente, la botella le ha hecho mucho bien en estos meses.
En el caso del siguiente gaditano, Finca Moncloa 2015 (17 €), de González Byass, procede de viñas localizadas en Arcos de la Frontera y sale como Vino de la Tierra de Cádiz. Es una mezcla de cabernet sauvignon, syrah, tintilla de Rota y petit verdot, tiene una crianza de un año en roble francés y americano, y esta nueva añada ofrece la posibilidad de adquirirlo con un estuche artesano personalizado de piel de Ubrique, aunque el capricho aumenta el precio hasta los 125 €…pero bonito es! Sobre lo que nos ocupa, el interior de la botella, tiene una nariz expresiva, dominada por aromas de frutos rojos y negros sazonados, especiados (pimienta, clavo), junto a notas florales y balsámicas agradables. Aromático en boca, fresco, taninos finos y buena persistencia con recuerdos tostados y de maderas finas.
La misma añada es la del crianza de Crápula Wines, en la DO Jumilla. Crápula Crianza 2015 (12€) es un vino de monastrell que Gabriel Martínez, su autor y propietario de la firma, completa con un 10% de syrah y un 5% de cabernet sauvignon. Tras una crianza de doce meses en roble francés, ofrece una nariz fragante e intensa, con aromas de frutos silvestres y maduros junto a notas minerales y un agradable recuerdo de hierbas aromáticas (tomillo, lavanda). En la boca desarrolla una buena estructura, sabroso, fresco y con un paso muy aromático y fluido. Final largo y profundo.
Continúo con una trilogía tinta, todas últimas añadas, de bodegas más que conocidas con vinos que siempre convencen. Predicador 2016 (24, 55 €), la etiqueta más ‘popular’ de Bodegas Contador y Benjamín Romeo, autor y fundador de la bodega. 91% de Tempranillo, 3% de garnacha, 3% de graciano y 3% de mazuelo, procedentes de 16 parcelas distintas, trabajadas siempre de manera orgánica, con la mínima intervención posible. La fermentación la ha realizado en acero inoxidable y en tinos de roble, como todos los vinos de la casa, y después ha permanecido 17 meses en roble francés. El resultad, una nariz intensa y rica en matices, con aromas de frutos bien madurados, notas balsámicas (eucalipto) y especiadas junto a sensaciones de monte bajo. Estructura en boca, sabroso, con volumen y amplitud, buena acidez y gran equilibrio. Se reproduce, además, el carácter balsámico y especiado que se percibía en nariz.
Los otros dos son las recientes cosechas de dos vinos elaborados en un común vecindario, el del Barrio de la Estación, en Haro, donde sus artífices conviven pared con pared. De Gómez Cruzado, Cuevas Selección Terroir 2015 (39,25 € aprox.) 95% tempranillo y 5% graciano de un viñedo viejo de unos 80 años en Leza, en la falda de Sierra Cantabria (Rioja Alavesa). Una elaboración que forma parte de la gama Selección Terroir puesta en marcha hace unos años en la casa. Tras hacer la fermentación maloláctica en roble francés, ha realizado una posterior crianza de 18 meses antes de ser embotellado. Complejo, con aromas de fruta negra muy bien madurada (moras), notas tostadas, de juanola y nobles maderas; fondo mineral. Boca estructurada, con volumen y buen equilibrio, con una viva acidez que aporta frescura. Finos taninos integrados y destacada persistencia. Su vecino es La Rioja Alta, de donde he seleccionado Viña Ardanza 2009 (21 €), un 80% de tempranillo con 20% de garnacha y una crianza en roble americano de 36 meses en el caso de la tempranillo y 30 meses la garnacha. Intensidad aromática, nariz elegante, compleja, donde destacan aromas de fruta roja sazonada y en licor, notas especiadas (nuez moscada, pimienta), recuerdos de tabaco y café. Boca fina, equilibrada, sabrosa, con unos taninos maduros y amables. La vía retronasal es intensa donde reproduce algunos de los aromas de la nariz.
La siguiente parada es la DO Navarra, en Finca Albret, del que propongo este joven Albret La Loma Garnacha 2017 (7 €), una añada que coincide con el estreno de imagen. Debe el nombre al viñedo del que procede, y ha estado cuatro meses en roble francés. Nariz expresiva, aromas de fruta roja madura (cereza), frutillos del bosque, especias dulces y finas maderas. Amplio y con volumen, frutal, fresco, con taninos suaves y toque goloso en el paso.
A continuación Clunia Syrah 2014 (14,05 €), de la burgalesa Bodega Clunia (del grupo Príncipe de Viana) y bajo VT Castilla y León. Este monovarietal procede de un viñedo a unos 950 metros de altura, hace la maloláctica en barricas y después envejece durante un año en roble nuevo francés. Tiene una nariz profunda, con aromas de fruta negra en confitura (mora, ciruela), florales y notas balsámicas, lácticos y recuerdos de tofe. Bien constituido en boca, amplio, muy aromático, fresco, de paso balsámico, taninos finos y un persistente final. Y concluyo con una pincelada ecológica que me ha sorprendido muy gratamente. Se trata de Rebel.lia 2017, de Viñedos y Bodegas Vegalfaro, en la denominación Utiel-Requena. Su coupage, 30% bobal, 35% tempranillo y 35% garnacha, con un mínimo paso por barrica de cuatro meses. El resultado, una nariz de buena intensidad donde dominan aromas de fruta roja madura junto a un fresco recuerdo balsámico y de monte bajo. Boca sabrosa, fluida, ligera, con un amable paso y buen carácter primario y frutal.
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