Porque toda gran celebración que se precie justifica ciertos excesos, para estos últimos días del año, y primeros del próximo, me atrevo con esta selección que algunos pueden tildar de ‘subidita’. Es cierto que muchas de ellas tienen un precio que no invita a un consumo diario, pero también por eso toda ocasión especial merece ser bien recordada. Las fechas navideñas se encuentran entre ellas, días de excesos, como estamos acostumbrados a escuchar todos los años, y entre los que todos nos permitimos algún que otro lujito gastronómico y vinícola.
Este tótum revolútum que les propongo a eso responde. Etiquetas de diversa índole para diferentes momentos del día, para compartir con los seres queridos y disfrutar al máximo. Todas grandes referencias, exitosas en la cata, con las que tenemos el triunfo asegurado. La propuesta la podrían componer otras muchas, pero ante la imposibilidad de reunirlas todas sí aseguro que las que están no defraudan. Ah, y cada uno de ellas alternativa para acompañar una comida siempre que se escoja bien el emparejamiento.
Auténticas protagonistas en esta época del año, obligadas las burbujas. Dos son los cavas escogidos junto a un champagne. Jaume Codorníu Gran Reserva 2008 (30 €), de edición limitada y elaborado con los viñedos más antiguos de la bodega de pinot noir y chardonnay. Con más de 40 meses de envejecimiento, es un cava intenso, con estructura y complejidad aromática. Notas de fruta madura, tostados, frutos secos y recuerdos a miel; finas notas de su crianza. Boca untuosa, cremosa y postgusto persistente.
De la casa Gramona uno de sus hermanos mayores, Celler Batlle Gran Reserva 2005 (55 €), de xarel.lo y macabeo, con una crianza en rima de más de 115 meses. Fino en nariz, intenso, aromas de fruta madura, especias (vainilla, canela), hierbas aromáticas, confitería, notas cítricas, hinojo, noble crianza. Sabroso, amplio, con cuerpo y excelente equilibrio. Carbónico cremoso que acompaña, expresivo y con un final persistente. Ambas dos referencias estupendas para comer dada su untuosidad y personalidad.
En cuanto a la propuesta francesa, se trata de una novedad de la casa Tattinger, Tattinger Nocturne (52 €), alternativa para el final de una cena, como invita su luminosa imagen. Compuesto del coupage clásico de chardonnay (40%), pinot noir y pinot meunier (60% entre los dos). Resulta del ensamblaje de unos treinta vinos, procedentes de varias vendimias, con al menos cuatro años de crianza. En nariz muestra aromas de fruta carnosa (melocotón), y fruta desecada (orejones). Fresco, suave, intenso, en boca salen los aromas de su crianza, vino maduro…frutas en almíbar. (melocotón, albaricoque).
Otro de mis elegidos es el Tío Pepe Fino en Rama 2015 (15 €), un vino de Jerez estupendo y no solo como aperitivo. Elaborado a partir de palomino fino de las mejores botas de las soleras históricas de la bodega, representa la pureza del fino. No se filtra ni clarifica para no perder su esencia. Elegante y complejo, intenso, finos aromas de su crianza, frutos secos y notas salinas. Boca fresca, aromática y expresiva.
En lo que a blancos se refiere, comienzo con este Rías Baixas, Nicolás de Tricó 2012 (24 €), de la Compañía de Vinos Tricó. Una maravillosa sorpresa plena de sensaciones aromáticas pues muestra la albariño en su máxima expresión. Un blanco con potencial de envejecimiento, compleja nariz, muy aromática, con notas tostadas, de frutos secos, almíbar y sensación mineral, y una boca sabrosa, estructurada, fresca y untuosa, con recuerdos de fruta madura.
También vecino gallego, aunque en su caso procedente de Valdeorras, es el As Sortes 2012 (33 €) que elabora Rafa Palacios. Un godello fabuloso y una gran añada, con una crianza de ocho meses en roble francés y con sus lías. Nariz compleja, fina e intensa.
Sutil madera, fruta carnosa y escarchada, frutos secos, ahumados, tostados, laurel, hierbas aromáticas, hidrocarburos… Muy expresivo. Amplio, sabroso, con volumen, untuoso, excelente equilibrio, frutal, con agradables aromas cítricos. Largo y elegante final.
Dos etiquetas que acompaño de dos blancos de Rueda, de bodegas localizadas en La Seca (Valladolid). José Pariente fermentado en barrica 2012 (15 €) es un verdejo de viñedos viejos, fermentado en barrica, con posterior trabajo de batonnage durante seis meses con sus lías, antes de pasar a depósitos de acero inoxidable cinco meses más. Compleja e intensa nariz, finos aromas de fruta madura, tostados, ahumados y especiados. Punto mineral. En boca se presenta con volumen y amplitud, graso y con buena acidez que aporta frescura y augura una buena evolución en botella.
Después he seleccionado Malcorta 2014 (12 €), de Javier Sanz Viticultor, por la calidad que ha mostrado esta añada. Forma parte de su nueva Colección V, presentada este año y que conforman cuatro nuevas etiquetas (VMalcorta, 1863 Verdejo Sobre Lías, VColorado y VDulce de Invierno) que representan casi un reencuentro de Javier Sanz con el pasado y la historia vinícola de esta zona, pues la mayoría de ellas se componen de variedades recuperadas tras un largo proceso de investigación. Este Malcorta 2014 es un verdejo singular, procedente de un antiguo clon, diferente del autóctono de La Seca, con un racimo más leñoso que dificultaba el hecho de cortar, a lo que responde su nombre (‘malcorta’), y que se vendimia más tarde. Solo disponen de 8.000 botellas y, como ya os conté en su momento, es un vino fresco, floral, con notas cítricas y aromas de hierbas aromáticas, que en boca se muestra maduro, graso, con volumen y persistencia.
En el bloque de los tintos, el más numeroso, comienzo con cinco referencias procedentes de la Ribera del Duero, todas muy distintas entre sí. Uno de los grandes estrenos de este otoño ha sido Pendón de la Aguilera (186-190 €), de Dominio de Cair, en el municipio de La Aguilera, dentro de la zona más prestigiada de la Ribera burgalesa. Se ha convertido en el vino top de la bodega, un monovarietal de tempranillo elaborado con uvas de más de 80 años de viñedos localizados a más de 800 metros de altitud, con suelos pobres y rendimientos de 1.000-1.500 kilos por hectárea. Es la selección de la selección, a la que sigue una fermentación alcohólica en tinas de madera y posterior maloláctica en barricas nuevas, además de una crianza de 27 meses en roble nuevo francés. El resultado, un vino fino, aromático, expresivo, complejo. Agradables aromas de fruta en confitura, tofe, regaliz, balsámicos, recuerdos de nobles maderas. Potente, delicado, elegante, amplio, equilibrado, fresco y envolvente, frutal, cremoso, de paso amable, y largo y expresivo recorrido. Un gran vino de cuya primera edición tan solo salen 3.240 botellas.
Sin abandonar Burgos, de la familia Pérez Pascuas he seleccionado Viña Pedrosa Finca La Navilla Reserva 2011 (29 €). Primera añada que se comercializa con el calificativo de reserva. Un tinto fino con 20 meses de barrica francesa, procedente de un único viñedo, Finca la Navilla, a 844 metros de altitud. Cosecha excepcional, complejo, serio, profundo, mineral, fruta negra en confitura, regaliz, torrefactos, elegantes maderas. En boca se presenta amplio, sabroso, con buena constitución y noble tanicidad. Buen peso de fruta y perfecta acidez. Con larga vida.
Desde tierras vallisoletanas, obligado incluir Valbuena 5º Año 2011 (98 €) de Vega Sicilia. Es el hermano ‘pequeño’ del Reserva Especial y el prestigiado Único pero, sin duda, uno de los vinazos españoles. Poderoso y elegante al mismo tiempo, con alrededor de 30 meses de crianza y donde la mayoritaria tinto fino se completa con merlot y un poquito de cabernet sauvignon. Nariz intensa, con aromas de fruta negra y en sazón, confitura, notas especiadas, lácticas, chocolate, tabaco. Un vino equilibrado, envolvente, maduro, jugoso, cremoso, pero con una agradable acidez, y de largo recorrido.
De precio mucho más moderado, y justo por esa estupenda relación calidad-precio, Aalto 2013 (27, 50 €) de Bodegas y Viñedos Aalto, se consolida como una de las mejores etiquetas de Ribera del Duero. En nariz muestra elegancia, franqueza e intensidad, fruta negra en confitura, chocolate, notas de café, balsámicos, florales especias dulces y fondo mineral que denota terruño. Estructurado en boca, potente, amplio y envolvente. Fresco, de ricas sensaciones y largo final.
También me apetece incluir Legaris Reserva 2011 (24 €), un vino que Legaris solo elabora en las añadas que considera óptimas, y ésta lo es sin lugar a dudas. Un tinto fino de viñas de más de 70 años que, tras hacer la maloláctica en roble francés, ha permanecido 20 meses en barricas de roble francés, mitad nuevas y mitad de un año en pro de la fruta. Una añada compleja, fina y elegante. Aromas de fruta negra, regaliz, juanola, notas balsámicas, torrefactos. Rica boca, equilibrada, donde muestra un tanino domado, suave, sin aristas, mantiene la fruta fresca, buena acidez, y postgusto también frutal. Una etiqueta en un momento óptimo.
Entre los riojanos, las más recientes añadas en el mercado del 890 y 904 de La Rioja Alta. Antes de terminar este año en el que han celebrado por todo lo alto sus 125 años de historia, la bodega acaba de lanzar el Gran Reserva 890 2004 (70 €) y el Gran Reserva 904 2005 (30 €), dos perfiles de vino claramente definidos, pero ambos grandes elaboraciones. El 890 con su añada anterior, la 2001, ha recibido los mayores halagos y reconocimientos como el vinazo que es (y que aquí hemos contado en varias ocasiones), pero ahora llega este 2004 que en absoluto se achica. Compuesto por un 95% de tempranillo, con un 2% de mazuelo y un 3% de graciano, tiene una crianza de seis años en roble americano. Cosecha también grande, de sutil y delicada nariz muestra una extraordinaria reducción, aromas especiados, notas de caramelo y fruta desecada (orejones) y pasa. Fondo balsámico con recuerdos de pastelería. Equilibrado en boca, pulido, muy sabroso y aromático, envolvente, amable y complejo. Final de gran longitud y recorrido.
En cuanto al nuevo 904, es un tempranillo con un 10% de graciano procedente de viñedos de más de 40 años. Tras cuatro años en barricas americanas, resulta limpio e intenso en nariz, sugerente y agradable, aromas de fruta en licor y escarchada, especiados (vainilla), balsámicos, frutos secos y torrefactos. Con una boca bien constituida, equilibrado, amplio y con los taninos dulces perfectamente integrados. Paso sedoso y final muy largo y complejo. En un gran momento de consumo sigue creciendo en botella.
Sumo a estos dos hermanos Artadi El Carretil 2013 (140 €), uno de los mejores vinos de pago de Juan Carlos López de la Calle en Bodegas y Viñedos Artadi. Y además, puede que en breve deje de estar amparado por la D.O.Ca. Rioja pues había anunciado que al comenzar el año se iría de la denominación. Un tempranillo procedente de la finca de la que recibe el nombre, con 14 meses en barrica francesa nueva… Se puede apreciar mineralidad, finura, elegancia y complejidad. Es decir, de todo. Frutal, balsámico, con agradable punto láctico de su excelente roble. Excepcional madurez. Enorme en boca, equilibrado, sutil, amable, fresco, taninos finísimos y de gran longitud. Un deleite para los sentidos.
Y concluyo con un vino de Toro y otro de Jumilla, ambos de dos bodegas reconocidas que disfrutan de gran prestigio. La primera es Teso la Monja, el proyecto toresano de los hermanos Eguren y donde elaboran este Victorino 2013 (33 €), un monovarietal de tinta de Toro con 20 meses de crianza. Un vino elegante, complejo e intenso en nariz, sutil, con aromas de fruta roja fresca, lácticos, especiados y recuerdos de pastelería. Mineral y con nobles maderas. Con gran estructura en boca, sabroso, fresco y noble expresión de sus taninos. Frutal, cremoso y goloso en el paso. Gran persistencia y longitud con agradable sensación balsámica..
Termino con Clío 2013 (38 €), de Bodegas El Nido, la otra bodega jumillana de los hermanos Gil, donde elaboran sus vinos de alta gama. Un vino referente y etiqueta que evidencia todo lo que puede ofrecer una zona como Jumilla cuando las cosas se hacen bien. Se trata de un coupage dominado por la monastrell que combinan con cabernet sauvignon, y una crianza de 22-26 meses en roble nuevo, francés y americano. Complejo en nariz, elegante, intenso, muestra aromas de fruta en licor, bombón, especiados, nobles maderas, notas minerales y balsámicas. Gran volumen y potencia en la boca al tiempo que elegante, amplio, frutal, equilibrado, goloso, tanino dulce y final con sensación balsámica junto a notas de cacao y hierbas aromáticas.
Dicho todo esto, a partir de aquí sólo queda disfrutar. Ésta es una posible relación de recomendados, ahora sois vosotros los que elegís. En cualquier caso, estos u otros, que el vino no falte en vuestras mesas. Felices Fiestas y un Próspero Año Nuevo para todos.
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