En los medios de comunicación habituales, prensa, radio y televisión, e incluso en los de audiencias más reducidas, como conferencias y mesas redondas, la gran ausencia suele ser la del destinatario del mensaje, es decir, el lector, el oyente, el televidente o el asistente a una conferencia. Por culpa de la propia naturaleza del medio, el destinatario del mensaje es protagonista en la forma de sujeto pasivo: recibe el mensaje, con frecuencia con exceso de agresividad (esos anuncios que ponen casi como imbécil al que no sabe inglés o desconoce los secretos del apareamiento del escarabajo pelotero, imprescindibles para la vida moderna como todo el mundo sabe) sin tener la ocasión de replicar. Y mucho menos de replicar cuando da más gustito, en caliente y de inmediato.
Esa ausencia es incómoda también para el emisor del mensaje, que no puede saber si su mensaje ha sido recibido. Es como esa sensación extraña que se siente cuando se entra en un estudio de radio o en una habitación perfectamente insonorizada, donde la ausencia de eco provoca el silencio casi absoluto y nos impele a hacer algún ruido para saber que estamos vivos y despiertos.
Con sus carencias y sus riesgos, la Red permite en gran medida salvar con agilidad ese escollo de la comunicación de retorno que en otros medios queda reducida a una sección de cartas al director o al recurso, siempre al alcance del lector, de no comprar la publicación con la que se discrepa. Ofrece, además, la gran ventaja de la inmediatez. Permite la respuesta inmediata, en caliente (más o menos), salvando obstáculos como las formalidades (para bien y, muchas veces, para mal) o esa distancia cada vez mayor a los cada vez más escasos buzones de Correos.
Esta página pretende modestamente ser una vía de contacto directo con los lectores de mis artículos o de esta página, con los compradores de la Guía Proensa y de la revista PlanetaVino y, en general, con los aficionados al mundo del vino de calidad. Podrán opinar, matizar, replicar, criticar, disentir (también asentir y animar, que uno tiene su corazoncito) o consultar sobre cualquier tema vinícola que sea de su interés.
Quiero destacar el concepto de contacto directo, porque va a marcar el carácter de esta página. No cuento con un equipo que atienda el correo por mí, ni que responda a las comunicaciones recibidas, ni que vigile de forma permanente la página para evitar que pueda convertirse involuntariamente en vehículo de algún delito, de opiniones totalitarias o de incitación a algún hecho ilegítimo.
En todo momento seré yo personalmente (con alguna ayuda, que soy un poco zote con las máquinas) quien responda a vuestros comunicados y gestione los contenidos de la página. Como quiera que no podré estar a diario pendiente de la página, no podremos contar con un chat directo al estilo habitual de otras publicaciones de la Red. Para evitar abusos, recibiré directamente vuestros comunicados y luego serán publicados íntegramente, si es ese vuestro deseo, y con la respuesta o aclaración pertinente, si es que viene al caso. No pasarán ese filtro los comunicados que vulneren cualquier ley o que no distingan entre la crítica y el insulto, una línea que con frecuencia se sobrepasa alegremente en este medio.
Por lo demás, en la página estará siempre la Guía Proensa, que se colgará lo antes posible, la revista PlanetaVino y se podrá acceder a una selección de artículos míos publicados en diferentes medios. Asimismo, habrá cabida para noticias y comunicados específicos de cualquier visitante de la página que sean de interés, sobrepasen la extensión habitual de una carta y puedan ser considerados como artículos. Además, intentaré seleccionar noticias, recomendaciones y pistas que considere de interés destacar.
Espero que esta nueva vía de comunicación, cuyos contenidos detallamos a continuación, sea del agrado de todos y podamos establecer diálogos fluidos y enriquecedores. Bienvenidos.
Andrés Proensa
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