Madrid, 26 de mayo de 2010.- RP.- El mundo del cóctel tiene en el Premium Bartenders Show, evento itinerante que ha recorrido desde el año pasado ciudades españolas como Madrid, Barcelona y La Coruña, un encuentro donde ponerse en contacto con la clientela y tomarles el pulso presentando nuevas preparaciones, mezclas y destilados. Las marcas, sobre todo aquellas con productos específicos para coctelería, acuden a este híbrido entre feria de muestras y salón de copas, donde, además de probar preparaciones novedosas de manos de grandes barman, se puede charlar y escuchar algo de música.
El pasado lunes esta convocatoria volvió a abrir sus puertas por segunda vez en Madrid en un emplazamiento distinto (el hotel Intercontinental; en 2009 tuvo como escenario el Hotel Eurostars, más espacioso). Esta vez acudieron fieles como Global Premium Brands, que presentó en la capital su licor June, pensado para mezclar y elaborado con una maceración de uvas Ugni Blanc, Merlot y Cabernet Sauvignon, aromático y llamativo; Varma (Hendrick’s, Barceló y Cointreau); Bacardí, con Bombay Sapphire, o Amer Gourmet (los rones Plantation, los whiskies del embotellador independiente Gordon & Macphail y el vodka sueco Karlsson’s, elaborado a partir de patatas “Premium”), y faltaron gigantes como Beam Global (Maker’s Mark, DYC) y Diageo (Cacique, Johnnie Walker).
Tras la barra, caras conocidas de la coctelería madrileña como Víctor García de Haro o Eduardo Barrios, y, paseando, otros cocteleros consolidados ya entre los bares capitalinos, como Ángel San José (hasta hace nada barman del Casino de Madrid), Carlos Moreno (O’Clock) o Miguel Figueredo (de la escuela de bartenders Bar Concept).
Purity, un vodka aristocrático
Entre las novedades del PBS, un nuevo vodka premium que se suma al catálogo de sus hermanos de alta gama, un mercado pujante cuyo crecimiento en el consumo casi se ha duplicado en la última década. Se llama Purity, es sueco y sigue la línea de los vodkas neutros pensados para mezclar y aportar sobre todo sensaciones en el paladar. Está destilado ¡34 veces! en un alambique de cobre y oro, lo que provoca que la mayor parte del líquido, hasta el 90% del destilado que entra, se termine perdiendo, pues para elaborarlo se aprovecha únicamente el centro de la destilación o “corazón”. A este procedimiento su creador, Thomas Kuutanen, lo ha llamado “The perfect cut”. Con semejante cantidad de destilaciones se ahorra el filtrado, una de las claves de este sueco. La otra, la utilización, para rebajar el alcohol, de agua de manantial sin desmineralizar en un 30 por ciento, para que así la mezcla mantenga una cantidad algo superior de minerales que el resto de los vodkas.
Su precio, pues premium: unos 45 euros en tiendas especializadas.