Con solo dos años de presencia en el mercado se ha consolidado como un brillante ejemplo de las nuevas vías que se exploran en la DO Ribera del Duero. Nace del conocimiento del viñedo, interpretado con pericia por el equipo de éxito que forman la enóloga Diana Moreno y el director de la bodega, Daniel Aguirre. Es el camino lógico de la evolución de la bodega, con el desarrollo de vinos de finca que se inició con Finca Helena, siguió con M) y no se va a parar aquí: preparan un nuevo tinto de una parcela seleccionada de La Aguilera.

M9 está en la vanguardia de la Ribera del Duero por su estilo fresco y al mismo tiempo consistente. La madurez del fruto, evidente en los aromas, no es obstáculo para esquivar la falta de acidez que tantas veces acusan los tempranillos. Elegante carácter frutal acompañado de un paso de boca ágil en un tinto gustoso y jugoso.

LA CATA

Aspecto

Rojo cereza vivo, de intensidad alta, delgado borde rubí.

Nariz

Expresivo, elegante. Destacan los rasgos frutales, con vivo recuerdo de uvas en sazón y toques de frutillos de ribazo (endrina, zarzamora) y notas minerales (tierra fresca) que identifica a una buena Tempranillo de la Ribera de Burgos, junto con los recuerdos de monte bajo, flores azules y el elegante fondo de tinta varietal; la madera no se deja ver en demasía pero sí sus beneficiosos efectos.

Boca

Con el cuerpo y la consistencia que se esperan de un tinto de la Ribera del Duero, pero con elegante sensación de fluidez gracias al gran equilibrio que proporciona la acidez y a unos taninos civilizados de fruta madura, que le dan relieve pero no son rústicos. Vino que llena la boca y también las sensaciones aromáticas por vía retronasal, donde se reproducen fielmente los aromas percibidos en la nariz, proyectados a un posgusto largo y sugerente.

Evolución

Buen momento de consumo pero va a evolucionar bien hasta al menos 2025, para luego mantener un nivel de madurez durante otros cuatro o cinco años.

Servicio

Temperatura: 16ºC. No precisa decantación ni oxigenación.

Gastronomía

Tinto con nervio y consistencia para complementar a la perfección los clásicos asados castellanos (cochinillo, lechazo, cabrito), así como carnes rojas (buey) a la parrilla y otros asados (codillo de cerdo al horno, silla de ternera), guisos de carne (jarrete de vaca). Buen compañero de las legumbres, aunque no es recomendable la presencia de chacinas ahumadas, y de los platos de caza de pluma (perdiz estofada e incluso con escabeche ligero).