Madrid, 18 de diciembre de 2013. PV. - Se trata de la Asociación de Vinos Singulares
de Extremadura que conforman cinco bodegas extremeñas bajo el auto calificativo de
singulares. El colectivo nace con la pretensión de cambiar la imagen de estos vinos,
destacando su trabajo por la innovación y apuesta constante por la calidad.
Extremadura es la segunda extensión de viñedo del país, y aunque en las últimas
décadas ha apostado por la elaboración de vinos embotellados, históricamente se ha
caracterizado por la producción de graneles y alcoholes, una imagen que ahora estas
cinco bodegas que ponen en marcha la Asociación quieren ir cambiando. Se trata de
Carabal Viñedos y Bodega (Alía, Cáceres), Pago Los Balancines (Oliva de Mérida,
Badajoz), Bodegas Marqués de Valdueza (Mérida, Badajoz), Bodega Palacio Quemado
(Almendralejo, Badajoz) y Bodegas Toribio (Puebla de Sancho Pérez, Badajoz), además
de contar con la colaboración del omnipresente enólogo Ignacio de Miguel.
La Asociación se ha presentado esta semana ante la crítica vinícola capitalina, y han
estado acompañados por el presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio
Monago, junto a otras personalidades del ejecutivo extremeño, en un gesto de apoyo
hacia el colectivo y sus objetivos.
Nace sin ánimo de lucro, con la intención de ir atrayendo a otras bodegas y definir una
estrategia comercial competitiva. Entre sus diversos fines se cuenta cambiar la imagen y
promocionar los vinos extremeños, difundir la cultura y las cualidades del vino,
obtener la confianza del consumidor, respetar, defender y fomentar la libertad
en utilización de cultivos y medios técnicos, o trabajar en colaboración con otras
asociaciones y organismos de Extremadura. En su intervención, Monago aplaudió la
iniciativa y mostró su confianza y apoyo en unos “emprendedores que producen y crean
sus vinos sin ningún complejo”.
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