Madrid, 13 de noviembre de 2016. MS. – El pasado mes de junio el Consejo Regulador Cava presentaba oficialmente la nueva categoría Cava de Paraje Calificado, una manera de agrupar y diferenciar los cavas producidos en un “área menor homologada especialmente como extraordinaria y singular por sus condiciones edáficas y climatológicas”, explicaban desde la denominación.
Desde ese momento, los cavas producidos con vinos procedentes de un paraje calificado por excepcional, que cumplan luego los criterios de calidad tanto en la producción como en la elaboración, podrán ostentar esta categoría considerada premium. Como ya entonces contábamos, los requisitos para poder llevar esta nueva indicación incluyen que las uvas procedan de una finca en concreto y su producción se destine en exclusiva a ese “cava de paraje”; la obligación de hacer vendimia manual; una producción máxima de 8.000 kilos de uva por hectárea; que esos viñedos tengan un mínimo de diez años; una acidez total mínima de 5,5 gramos por litro para los vinos base, y respecto a la crianza, al menos 36 meses entre el tiraje y el degüelle del cava. Con la aprobación de esta categoría se reivindicaban las largas crianzas y los vinos de alta gama.
En este escenario de viento a favor, Codorníu presentaba en su bodega hace pocos días su colección de prestigio Ars Collecta compuesta por cinco cavas: el emblemático Jaume Codorníu Gran Reserva, sus tres nuevos cavas de finca –La Fideuera, El Tros Nou y La Pleta–, y 456, el gran estreno de la firma del que aseguran “es, probablemente, el cava más valioso de la historia”. Un coupage procedente de la mejor selección de esas tres fincas, muy diferentes entre sí, del que han elaborado exclusivamente 1.500 botellas (175 €/botella). Esta primera añada, 2007, conmemora las 456 vendimias que lleva realizadas la bodega por lo que la próxima cosecha, adelantaba su artífice, Bruno Colomer, aparecerá etiquetada como 457 y así sucesivamente. En cuanto a esos tres cavas de finca, que serán calificados en breve como Cava de Paraje, tienen una producción limitada de 300 botellas y salen a un precio de unos 80 € cada uno.
Este ambicioso proyecto, que implica a la bodega catalana y al resto del grupo Codorníu, comienza en 2007 con la pretensión de elaborar vinos singulares que transmitieran la esencia de la tierra de la que proceden. Para ello, hace más de una década que Javier Pagés, director general del grupo Codorníu Raventós, junto al equipo de enología, liderado por Arthur O´Connor, emprendieron una clasificación de viñedos dentro de las más de 3.000 hectáreas que posee el grupo de la que surgieron una serie de fincas que identificarían como “excepcionales”. Son tres de ellas de las que nacen ahora esos futuros cavas de paraje y el 456 2007, “un cava y una nueva colección, Ars Collecta, que viene a demostrar que no sólo hacen artesanía y productos de calidad las bodegas pequeñas”, coinciden en reclamar Pagés y Diego Pinilla, actual director técnico de la compañía.
En cuanto al nombre en latín, también Pagés explicaba que su elección respondía a una doble traducción como “colección de arte” y “el arte de la recolección” al ser productos que proceden de la tierra. Así es como entienden esta Ars Collecta, una colección para la que han trabajado con la naturaleza, el clima y la diversidad de tierras.
456 Gran Reserva 2007 es la joya de esta colección, único por precio y por sus orígenes, tres fincas con tres tierras y tres uvas diferentes. “Trabajamos con Penedés (Barcelona), Conca de Barberà (Tarragona) y El Segrià (Lleida), tres climas, tres suelos. Somos los únicos que nos hemos atrevido a mezclar tres zonas tan distintas en una botella de cava”, asegura Colomer, enólogo de Codorníu. El vino es una mezcla de 45% chardonnay, 45% pinot noir y 10% xarel.lo. La primera procede de Finca La Pleta, una pequeña parcela a 286 metros de altitud en la zona de Segrià sobre suelos arcillosos, poco profundos y con muy poca materia orgánica. El pinot noir procede de la viña El Tros Nou, en la Conca de Barberà, de una de las zonas más frías de la denominación sobre suelos de llicorella. En cuanto a la xarel.lo es de la Finca La Fideuera, localizada en el Alto Penedès, en un suelo calizo, donde la variedad se muestra con mayor expresividad y acidez. El resultado de este coupage ha sido este 456 2007 con cien meses en rima (degollado en enero de este año). A día de hoy denota bastante juventud, con gran frescura, envolvente y aromático (hierbas, cítricos). Presenta una marcada acidez que le permitirá evolucionar para ganar en volumen y complejidad. En boca es elegante, equilibrado, sutil, sabroso, con un carbónico fino e integrado.
En cuanto a los tres vinos de finca, también grandes reserva 2007 Brut, Finca La Fideuera (xarel.lo) es intenso y complejo en nariz, se aprecian aromas de hierbas aromáticas, cabello de ángel y notas de pastelería. Boca con estructura, amplia, untuosa, con buena potencia de carbónico, buen equilibrio y final con deje amargo elegante.
Finca La Pleta (chardonnay) muestra aromas ahumados, tostados, de fruta blanca carnosa y noble crianza sobre lías. Amplio, sabroso, amable y largo en el paso de boca. Por último, Finca El Tros Nou (pinot noit) tiene una nariz expresiva, sugerente, con aromas de fruta roja y fruta de hueso, carnosa, además de mostrar los aromas propios de la crianza con sus lías. Intenso en la boca, con una marcada acidez y sensación cítrica, por lo que le vendrá bien el tiempo en botella.
Jaume Codorníu Gran Reserva 2011 Brut cierra esta novedosa colección. Tiene 50 meses de envejecimiento y está compuesto por chardonnay, pinot noir, y un porcentaje de xarel.lo que han incorporado por vez primera. De gran complejidad en nariz, se aprecian aromas de frutos secos, fruta madura, pan grillé, ahumados. Con un carbónico cremoso, en boca es seco, sabroso, untuoso, con volumen, amplio y tiene un paso elegante.
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