Madrid, 25 de septiembre de 2015. MS. – Importantes estrenos en una fecha tan señalada; la más avanzada tecnología entra en la casa riojana en pro de una mayor calidad. Durante este año que Rioja Alta está celebrando el 125 aniversario, ha realizado una relevante inversión de 9 millones de euros destinada a nuevas instalaciones y la adquisición de 62 hectáreas de viñedo en Cenicero, con tempranillo de más de 20 años de edad.
En lo que a maquinaria de última generación respecta, se trata de una doble línea de selección óptica de granos que han incorporado al equipo de vendimia y representa un paso tecnológico de primer orden. Son de las primeras firmas en incorporarlo dentro de sus modernas instalaciones, también de estreno, además de haber creado un nuevo laboratorio de I+D+i. En este departamento disponen de nuevos métodos instrumentales y técnicas de análisis como las cromatografías en fase gaseosa, que representan una innovación analítica para la bodega pues le permitirá controlar, desde el campo hasta el embotellado, la aparición de compuestos no deseados que puedan afectar a la calidad de los vinos.
Respecto a las modernas mesas de selección, realizan un reconocimiento fotográfico tridimensional y funcionan a partir de cinco parámetros que le marca la bodega, de manera que el grano que no cumple alguno de ellos es expulsado mediante un chorro de aire. Pero además, para que esa selección sea la mayor posible, han optado por ralentizar en un 25% la velocidad real con que puede trabajar, con lo que al pasar las uvas más lentamente es más fácil para el lector localizar las que no cumplen los requisitos marcados. De esta forma, solo las mejores pasarán a las estrujadoras y después a los depósitos de fermentación. La idea es que pasen por aquí unos dos millones de uva de los casi tres que tienen previsto recogerán este año.
Ha sido al comienzo de la presente vendimia cuando han dado a conocer estas nuevas adquisiciones, sumándose a los diferentes acontecimientos que lleva protagonizando la bodega en tan especial aniversario, sus 125 vendimias. Ahí está también la edición de una publicación conmemorativa y, a comienzo de este año, el lanzamiento de ‘El Jardín del Vino’, una aplicación gratuita con la que se han convertido en la primera bodega que ha diseñado su propio videojuego. Sin olvidar las cápsulas especiales de sus vinos, donde se recuerda la efeméride, y la añada 2001 de su 890 que salió al mercado etiquetada como “Selección Especial”, en palabras de su creador, Julio Sáenz, “porque considero que es la mejor cosecha de todas (elegancia, largura, sanidad), para mí fue perfecta, y porque la fecha requería un vino especial”.
Recordar además que, desde 2007, el grupo bodeguero solo elabora con uvas propias lo que facilita el control de la viña de principio a fin y contribuye, sin duda, al resultado final de los vinos. En total, Sáenz, enólogo de la bodega, habla de 425 hectáreas en lo que a Rioja Alta se refiere, después de haber comprado las de Cenicero, a las que se suman las 43,8 de Torre Oña, 87 de Áster (Ribera del Duero) y 75 en la gallega Lagar de Cervera (Rías Baixas).
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