Madrid, 3 de mayo de 2010, RP. La bodega Pazos de Lusco (DO Rías Baixas) ha comenzado en 2010 una nueva andadura que le está trayendo muchos cambios, entre ellos, la renovación de su imagen, el crecimiento comercial y la construcción de una nueva bodega.
Fue a finales del año 2009 cuando el Grupo vitivinícola Dominio de Tares, propietario de las bodegas del mismo nombre en la DO Bierzo y de Dominio Dos Tares en la zona leonesa de Pajares de los Oteros (VT de Castilla y León) tomó el control total de la bodega pontevedresa, de la que hasta entonces tenía una parte minoritaria. Esta adquisición fue posible gracias a la entrada en el accionariado del grupo bodeguero de Cupa Group (conjunto empresarial formado por medio centenar de empresas, centrado fundamentalmente en ingeniería y materiales de construcción) con el objetivo de “consolidar el liderazgo del grupo bodeguero”.
En 2009 Grupo Dominio de Tares creció un 11 por ciento respecto al año anterior y en el primer trimestre de este año 2010 sus ventas se han elevado un cinco por ciento.
Ya integrada dentro de Dominio de Tares, Pazos de Lusco ha emprendido una nueva etapa que incluye la construcción de una nueva bodega en la localidad de Salvatierra Do Miño (Pontevedra), la capital del Condado de Tea, y de la rehabilitación de un palacio rural del siglo XVI, la Casa Bugallal.
El vino emblema de la bodega gallega, su Albariño Lusco, también ha renovado su imagen centrándose en el significado de la palabra Lusco, que hace referencia al momento entre el atardecer y el anochecer (crepúsculo).
Pazos de Lusco se puso en marcha con la idea del terroir y la expresión de la tierra que se mantiene en las otras bodegas del Grupo Dominio de Tares, para lo que se adquirió un terreno de seis hectáreas de albariño en el Pazo de Lusco.
A partir de estas cepas y cuidando al máximo la expresión del terreno, los vinos que se elaboran utilizan levaduras autóctonas y se procede a criarlos sobre sus lías durante medio año. Así, salen a la luz bien entrado el año posterior a su cosecha, y se caracterizan por su complejidad y carácter mineral.
La bodega elabora, además de Lusco, otro albariño de guarda, Pazo Piñeiro, obtenido únicamente de los viñedos del terreno que le da nombre, y un vino más asequible y el último en incorporarse a la gama, Zios de Lusco.