Continúo entonando el mea culpa porque no logro contaros con la asiduidad que me gustaría por lo que, tal vez, reducir la carga informativa de cada entrega puede ser la solución; esto es, menos pero más a menudo. Creo que va a ser la máxima que siga una ver termine con esta nueva selección porque, además, seguro os será mucho más útil en sintonía con el fin último con el que se puso en marcha esta columna. En pro de esa ‘utilidad’ en esta ocasión os traigo nuevas añadas de vinos que la mayoría seguro conocéis y alguna novedad de reciente aparición. Variedad de etiquetas y algunas que me han sorprendido muy gratamente para, como os anunciaba, ir renovando el botellero de cara a la nueva temporada.
El Grupo Chivite continúa su etapa de cambios y en esta ocasión le ha llegado el turno a los vinos que elabora en Elciego, Rioja. Viña Salceda, a punto de cumplir 50 años (data de 1969), tiene en el mercado sus nuevos crianza y reserva con novedades por dentro y por fuera; estrena etiquetas y moderniza sus vinos, que ahora llevan la firma de César Muñoz, asesor del Grupo desde hace seis años. Con la tempranillo como uva dominante en ambos, Salceda crianza 2012 (7 €) lleva un 5% de graciano y mazuelo y tienen una crianza de 12 meses en barrica bordelesa. De color cereza granate, es intenso y fino en nariz, destacan aromas de fruta negra bien madurada (ciruela, grosella), así como notas especiadas (vainilla) y ahumadas, y un fondo balsámico. En boca es agradable, sabroso, fluido, fresco, amable y con un excelente equilibrio, donde se aprecian aromas de fruta sazonada junto a los propios de la crianza. En cuanto a Salceda reserva 2011 (12 €), tempranillo con un 5% de graciano, de viñas de más de 40 años, ha permanecido en roble francés y americano durante 18 meses. Color cereza con ribete rubí, es limpio en nariz, con buena intensidad, aromas de frutos silvestres, especias, tostados, torrefactos y fondo balsámico. Boca aromática, sabrosa, equilibrada, con paso cremoso y final persistente.
Esta novedad es un auténtico estreno procedente de tierras toledanas, de la firma Más que Vinos. Garnacha de la Madre 2014 (19 € aprox.) es su último estreno, procedente de una viña ecológica a la que debe el nombre, y que me parece una original elaboración por diferente, sobre todo viniendo de donde viene. Fermentado en ánfora y con una crianza de doce meses entre este mismo recipiente y un cono de hormigón, resulta un vino con potencia, de color rubí. Fruta roja, flores, toques cítricos (pomelo) y notas especiadas en la nariz, la boca está marcada por la acidez de esa fruta roja, donde también aparecen notas minerales y recuerdos amargos que no molestan. Largo y con recorrido, un tiempo en botella que le irá bien para pulir la noble tanicidad que ahora tiene.
El siguiente estreno procede de Madrid, y se trata de Valquejigoso V2 2008 (90 €), de la bodega del mismo nombre. Un proyecto vitivinícola de 50 hectáreas, repartidas en microparcelas de menos de una hectárea, que tiene en esta etiqueta uno de sus ‘top’, afirman. Un variado coupage de cabernet sauvignon (57%), petit verdot (16%), tempranillo (11%), cabernet franc (9%) y negral (7%) procedentes de 32 parcelas de suelos con arenas graníticas, vinificadas por separado y mezcladas después de realizar una crianza de 28 meses roble nuevo francés. Cereza a la vista, es un tinto complejo y profundo donde aparecen aromas minerales, fruta negra (moras), notas especiadas, ahumadas y fondo tostado procedente de sus finas maderas. Potente en boca, amplio, equilibrado, con nobles taninos y adecuada acidez. En el paso se percibe fruta negra (ciruela) junto a toques tostados y especiados. Final expresivo y persistente.
También el Grupo Yllera viene con un clásico renovado. Yllera Vendimia Seleccionada 2012 (11,55 €), una combinación de tempranillos procedentes de Toro y de Ribera del Duero, con 24 meses de barrica francesa y americana (un 30%), etiquetado como VT Castilla y León. Cambios en la imagen y modernización que también alcanza al contenido, objetivo último de la firma y que viene haciendo con algunas de sus etiquetas más destacadas. En la cata, con un color granate rubí, presenta aromas de fruta negra madura (mora, ciruela), recuerdos florales y balsámicos (eucalipto), especiados, regaliz y torrefactos. Equilibrado, maduro, sabroso y de paso fluido, tiene un tacto amable y un final marcado por la crianza.
Finalizo este bloque de estrenos con el de otro grupo potente, Prado Rey y su curioso tinto El Cuentista 2013 (20 €). Un vino blanco, del que han sacado 6.110 botellas, elaborado a partir de tempranillo tinto de su finca de Ribera del Duero pero con nueve meses sobre lías de verdejo a los que añade después otros nueve en roble americano nuevo. De color amarillo dorado, en nariz se manifiestan con claridad las notas de su paso por barrica. Tostados, lácteos, fruta de hueso, que en la boca se completan con notas de fruta ácida. De buena persistencia, recuerdos de fruta madura aparecen de nuevo en convivencia con los aromas de la crianza.
En cuanto a etiquetas ya familiares, y por muchos conocidas, la selección de las últimas añadas lanzadas al mercado comienza con Tres Viñas Blanco Reserva 2011 (14 €) de la riojana Barón de Ley y cuya primera cosecha salió en 2008. Una mezcla de 70% de viura, 15% de malvasía y otro 15% de garnacha blanca, con un año en roble americano. De un intenso amarillo dorado, en nariz se perciben aromas de fruta carnosa, frutos secos, ahumados, tostados, hierbas aromáticas, recuerdos de infusión. De boca amplia y sabrosa, untuoso, notas de bollería, con buena acidez, paso complejo, con buen carácter frutal y final con recuerdos de finas maderas y especiados.
Áster Finca El Otero 2014 (32 €), de Viñedos y Bodegas Áster (La Rioja Alta), en Ribera del Duero. Un monovarietal de tinta del país, procedente de la parcela El Otero, con 16 meses en roble francés nuevo, de color negro apicotado. Elegante y expresivo, muestra aromas de café con leche, toffee, fruta negra en confitura, notas de pastelería y regaliz. Amplio en boca, sabroso, bien constituido, con nobles taninos, finas maderas y un paso cremoso. Ganará en botella.
De Finca Villacreces, otra vecina de la Ribera, es Pruno 2015 (10,90 €). Una añada compuesta de tinto fino (90%) y cabernet sauvignon (10%), donde ha desaparecido el 4% de merlot que llevaba en la anterior. Negro amoratado a la vista, en nariz resulta muy frutal (fruta en confitura), con aromas torrefactos, de café, juanola y maderas finas. Bien constituido en la boca, equilibrado, goloso, con buen carácter frutal y agradable toque láctico. Final marcado por aromas de nobles maderas. Y el último tinto que presento es Estay 2015 (8 €) de Dominio Dostares (VT Castilla y León), un prieto picudo con seis meses de barrica. De color picota, sobresalen aromas de fruta negra en confitura, torrefactos, hierbas aromáticas, florales, chocolate y bombón. Boca amable y madura, goloso, con buena acidez y longitud.
Luego, de Cillar de Silos, firma de la Ribera afamada por sus elaboraciones tintas, para esta ocasión opto por el blanco que elabora en Ribeiro, un coupage treixadura, albariño y loureiro muy interesante, Pazo Tizón Extramundi 2015 (13,50 € aprox). A la vista amarillo paja, es intenso y fino en nariz, donde se perciben aromas de fruta carnosa y cítrica (melocotón, pomelo), junto a notas florales y de hierbas aromáticas. Amplio y equilibrado, untuoso, con cuerpo y personalidad. De buen carácter frutal y larga persistencia.
Del Somontano ha llegado Viñas del Vero Gewürztraminer 2016 (9,50 € aprox), una nueva edición que viene acompañada de un colgante creado por Fernando Piró. La joya se llama Alfaya y está inspirada en el blanco más emblemático de la bodega. Una añada con la que además se renueva la imagen del vino. Amarillo paja con reflejos verdosos. Fragante y limpio en nariz, con claras notas de flores blancas, fruta blanca, cítrica y escarchada. Boca muy aromática, frutal, sabrosa, con una buena acidez que compensa la dulzura del tacto. Final limpio y cargado de fruta.
Para el cierre, en esta ocasión, el atractivo rosado de Izadi, Larrosa 2016 (6 €), un vino que sale cada 14 de febrero…sobran las explicaciones! Lo que importante, las garnachas de cepas viejas con las que está elaborado, plantadas a casi 790 metros de altitud. De estilo provenzal, presenta un color rosa pálido. Limpio en nariz, se perciben aromas de fruta roja y blanca (cereza, manzana, pera) y finos toques florales. La boca es ligera, equilibrada y fresca, con un paso sutil y frutal.
Una vez más, un recorrido por zonas y elaboraciones para todos los gustos y bolsillos.
Buenos dias , deciros que nos ha gustado mucho el articulo
saludos
expovinalia