Pues eso, ¡quién dijo miedo! Más concretamente, ¿por qué no tintos en verano? Basta con elegir el momento y servirlos a la temperatura adecuada, que no es, ni mucho menos, la temperatura ambiente, acabemos con esta estupidez ya, sobre todo en temporada estival. Todos los vinos, en general, admiten cualquier época del año, si bien es verdad que blancos, rosados y espumosos cuentan con mayor beneplácito en estas fechas por eso de que se suelen tomar más fríos. Otro error. Temperaturas heladoras no siempre benefician estas elaboraciones sino todo lo contrario. Al mismo tiempo, también los tintos admiten frío e incluso hay muchos que ganan puntos así servidos.
Soltado el speach, una relación de algunos de los últimos tintos llegados a mis manos desde diferentes zonas vitivinícolas, interesantes novedades incluidas, susceptibles de ser disfrutados durante el día y/o la noche de estas semanas veraniegas. ¡Acepta el reto…!
La última novedad de las riojanas Bodegas Castillo de Cuzcurrita es Tilo 2013 (70 € aprox.), una elaboración top que lleva la firma de Ana Martín y Pepe Hidalgo, responsables enológicos de la casa, y de la que han salido unas 2.500 botellas. Lo primero, en Cuzcurrita sólo elaboran tempranillo, y sólo trabajan con barrica francesa. Apuntado esto, el Tilo debe su nombre al monumental árbol que preside la finca en la que se ubica la bodega, una estupenda fortificación del siglo XV. La uva procede de un antiguo viñedo ubicado en el monte, entre piedras y en suelos muy pobres, en condiciones extremas. Con una crianza de dos años en barrica, es un vino de carácter atlántico, fino, concentrado, fresco, elegante, mineral, con aromas de café, flores, montebajo y agradable nota láctica. Vivo, amplio, frutal (fruta negra), fresco, con noble tanino por pulir y larga persistencia. Muy bueno en conjunto y que sólo saldrá en añadas que consideren excepcionales.
También en Rioja, pero en el otro extremo de precios, Viñedos Hermanos Hernáiz, conocidos hasta ahora como Bodegas la Emperatriz y marca que mantienen (Finca la Emperatriz), acaba de lanzar El Pedal 2016 (7 €), la primera novedad de las muchas que irán llegando en los próximos años. De uvas de tempranillo de viñedos ubicados en la Rioja Alta (como certifica la etiqueta), fermentado en hormigón y con ligero paso por barrica de 500 litros, aunque en el momento de embotellarlo han incorporado un 15% de la añada anterior que ha estado en barrica. Sale para ser consumido más pronto que tarde, con la intención de conquistar en las barras al público más joven. El perfil lo tiene, mucha fruta roja, caramelo rojo (piruleta), frescura, con una boca fluida, amable y sin arista alguna. En cuanto al nombre elegido, divertido porque da rienda suelta a la interpretación…
De tierras albaceteñas, en concreto de La Roda, procede Dehesa de Luna Graciano 2014 (15 €), un Vino de la Tierra de Castilla que estrena la bodega de la que recibe el nombre, Dehesa de Luna. Se trata de un monovarietal de graciano que se enmarca dentro de la nueva etapa de la bodega como Finca Reserva de la Biodiversidad con tres mil hectáreas habitadas por fauna autóctona de toda índole, además de variedad de árboles y cereales. El vino nace de la única hectárea dedicada a esa variedad, y ha permanecido 8 meses en roble francés de 400 litros. Nariz intensa, con aromas de fruta negra en confitura, tofe y notas especiadas. Bien equilibrado, fresco, sabroso y con un paso aromático. Persiste una agradable sensación balsámica y un fondo amargo característico de la variedad.
Rodríguez Sanzo, con elaboraciones en muy distintas denominaciones, presenta una novedad en la DO Toro en la gama que ha identificado como “vinos de terroir”. Javier Rodríguez, propietario y ‘hacedor’, lanza Las Tierras Vino de Pueblo 2014 (12 €). Un tinta de Toro de viñedos de entre 30 y 60 años en San Román de Hornija, a 720 metros de altitud, con una crianza de doce meses en barrica francesa y americana de segundo año. Se presenta especiado, con aromas de fruta roja ácida que conviven con notas más maduras. Notas que se reproducen en la boca, de mayor equilibrio pero con taninos marcados pendientes de integrarse, también viva, fresca y frutal. Otro de esos vinos de territorio es Las Tierras Original 2012 (21 €), en este caso nueva añada y también tinta de Toro pero de tres viñas prefiloxéricas plantadas en diferentes suelos. Fermentado en tinos de madera hace la maloláctica en barricas, con una crianza posterior de entre 16-18 meses. En nariz presenta aromas tostados, fruta negra madura, notas de café y de reducción (cueros, almizcle). La boca es jugosa, con destacada acidez, y un paso en el que predomina un deje amargo que se pulirá en la botella.
De vuelta a Rioja, la bodega Torre de Oña lanzará en pocos meses Martelo 2012 (21 €), un reserva con dos años de crianza en barrica nueva, un 80% de roble americano “en pro de la fruta, frescura y golosura”, dice Julio Sáenz, su creador y enólogo del Grupo La Rioja Alta. Con un 95% de tempranillo, el resto son las muy distintas variedades que se encuentran en el viñedo (mazuelo garnacha, viura…), de más de 60 años, de la parte más sur de la finca de Torre de Oña, con suelos con caliza poco profundos y de bajos rendimientos. Hizo la fermentación maloláctica en barricas de roble americano y francés. En cata muestra una muy buena intensidad, con aromas de fruta roja y negra en sazón y confitura, chocolate, pastelería, especias dulces (clavo), hierbas aromáticas. Con una agradable licorosidad, es sabroso, goloso, maduro, amable y con buen equilibrio. Taninos dulces y un paso de boca sedoso y envolvente.
De la misma familia y bodega es Finca San Martín 2014 (8 €), éste ya nueva añada. Tempranillo con 16 meses en roble francés y americano, intenso en nariz, con aromas de fruta roja (mora, fresa), recuerdos de monte bajo y sotobosque, balsámicos e hinojo, así como notas especiadas y de regaliz. Equilibrado en boca, con buena acidez, amable y maduro en el paso. Final de buena persistente que reproduce los aromas de la nariz.
Y un tercero, Viña Alberdi Crianza 2011 (12 €), aunque éste procedente de la casa madre, La Rioja Alta (en Haro). También tempranillo, con dos años en roble americano de fabricación propia, muy limpio en nariz, agradable, donde destacan aromas de frutos silvestres y en confitura, balsámicos, tostados y fondo con notas de especias dulces. Ricos matices en boca, sabroso, fresco, amable, con sedoso y fluido paso.
Continúa la relación con dos elaboraciones extremeñas de muy diferente perfil. Habla Nº 13 2011 (24 € aprox.), un cabernet sauvignon de Bodegas Habla con 12 meses de crianza en roble francés (la mitad nuevo), única barrica con la que trabajan en esta casa. Complejo, con buena intensidad de aromas en nariz, aparecen frutos negros, especiados, café, chocolate, confitura y un fondo balsámico y anisado. Equilibrado, sabroso, con buena constitución, volumen y noble expresión tánica. Amable, maduro y con un final profundo y prolongado. Un vino que me ha sorprendido gratamente por la variedad con la que está elaborado. Explicar que la marca Habla como tal sale sólo en las añadas que consideran adecuadas, siempre ediciones limitadas cuyo número responde a las “características únicas” de cada año, según explica la bodega cacereña.
Por su parte, Palacio Quemado La Zarcita 2015 (10,95 €) de Palacio Quemado, es un vino que nace en la localidad de Alange (Badajoz) fruto de la unión de las familias Alvear –Bodegas Alvear– y Losada Serra, propietarios originales de la finca Palacio Quemado. Se trata de un coupage variopinto en el que hay dos uvas portuguesas, touriga nacional y trincadeira, además de syrah y garnacha tintorera. Luego, el 75% del vino está ocho meses en roble francés y el resto en depósitos de hormigón. Con una nariz expresiva y franca, destacan aromas frutales y florales junto a un fondo especiado. De media estructura, resulta sabroso, maduro en la boca pero no exento de frescura. Fluido en el paso, con un final correcto y frutal.
Desde Jumilla destaco el Juan Gil Etiqueta Amarilla 2016 (5,80 €), un joven monastrell de viñedos a 700 metros de altitud, con un paso de 3-4 meses por barrica americana y francesa. Un vino intenso y aromático, con notas de frutos rojos bien madurados, balsámicos, junto a aromas de juanola y finas maderas. Con una boca estructurada, sabrosa y fresca, resulta equilibrado, de paso amable y maduro, vivo y con un final de buena persistencia. Rico y de excelente relación calidad-precio.
Finca Comabarra 2012 (24 €) es un mezcla de garnacha, syrah y cabernet sauvignon de la Bodega Tomás Cusiné, en Costers del Segre. Uvas dentro de la subzona de Les Garrigues, en la provincia de Lleida, de una de las zonas más altas de la mitad sur de Cataluña, inciden desde la casa. Envejecido durante 18 meses en roble nuevo francés, muestra una nariz fina y compleja, con aromas de fruta madura, notas lácticas, minerales, especias dulces (nuez moscada) y balsámicos. De boca fina y madura, fresca, con un paso cremoso, y sensación balsámica y láctica.
De la bodega ecológica Páramo Arroyo, ubicada en Pedrosa de Duero (Burgos) y certificada como tal –35 hectáreas en propiedad– al igual que sus vinos, el tinto del mismo nombre, Páramo Arroyo 2015 (25 € aprox.), y único que todavía no lleva contra ecológica. Con DO Ribera del Duero, un tempranillo del que elaboran unas dos mil botellas y sólo en añadas seleccionadas. A partir de viñas de más de 60 años, es la primera añada que ha hecho la fermentación alcohólica en barricas de 500 litros, y la maloláctica posterior en roble nuevo francés de 225 litros. Luego ha permanecido en torno a 20 meses en barrica. El resultado, un vino profundo, elegante, maduro, con aromas de fruta en confitura, especiados y toques minerales. Equilibrado en la boca, con volumen, aromático, vivo, donde aparecen recuerdos balsámicos. Persistente, con recorrido y seguro capacidad evolutiva. Sin duda alguna, el ‘grande’ de la casa que no volverá a salir hasta la añada 2011!!
Sin abandonar la Ribera ni territorio burgalés, Corimbo I 2011 (41 €), de Bodegas La Horra, de viñedos en vaso de más de 50 años de tempranillo. Con una crianza de 16 meses en roble francés, se muestra complejo, intenso y de gran finura en nariz. Aromas de mermelada, florales, cacao, balsámicos, hierbas aromáticas y fondo mineral. Elegante, potente y equilibrado, sabroso, goloso y con nobles taninos. Mucha fruta junto a recuerdos de monte bajo que aportan frescura. Final largo y rico en matices.
Luego, de su bodega hermana en Rioja, Roda, el más joven de la familia, Sela 2014 (16 €). Un tempranillo con un 5% de graciano y un 2% de garnacha, que ha fermentado en tinas de roble y una posterior crianza de un año en barricas seminuevas. En nariz, franco e intenso, dominan aromas de fruta roja (fresa, frambuesa), tostados y torrefactados y agradable sensación balsámica. Buen equilibrio en boca, donde resulta sabroso, fresco y frutal, con los aromas de la barrica integrados, taninos finos y paso muy aromático con notas balsámicas y de nobles maderas. Le acompaña uno de sus mayores, Roda Reserva 2012 (25 €), con las mismas tres variedades en la mezcla aunque de mayor edad. También fermentación en tina y maloláctica en barrica francesa, donde después permanece durante 14 meses. El resultado, un vino complejo, con aromas de fruta negra en confitura, regaliz negro, chocolate, bombón y fondo mineral; maderas de gran calidad. De buena estructura, con cuerpo y amplitud, elegante, fresco, con carácter frutal y de gran longitud.
Continúan dos elaboraciones de Bodega Dominio de Longaz, en Cariñena, ambas de merlot, syrah y cabernet sauvignon. Dominio de Longaz crianza 2010 (9 €), con una crianza de un año en roble francés nuevo, tiene aromas de fruta madura (ciruela, mora), pimienta, tostados de la crianza y puntas minerales. En boca mantiene buena acidez, con cierto volumen y carnosidad. Final con notas torrefactadas, fruta negra y juanola. Longus 2010 (13,50 €), de viñedos seleccionados y 18 meses de barrica, presenta mayor intensidad, aromas de fruta roja y negra en confitura (moras, frambuesas), balsámicos y especiados (clavo); tostados, café, chocolate y lácteos. Buena constitución en boca, amplio, goloso, y con nobles taninos.
De nuevo en Rioja, un tinto del Grupo Palacios Vinoteca, sumida en este momento en repentinos cambios empresariales, de los que nos iremos enterando poco a poco. Pero lo que nos ocupa es Proelio CEPA A CEPA 2014 (40 €), de Bodegas Proelio Nalda, un tempranillo de viñedos en vaso de más de 45 años, a unos 650 metros de altitud y suelos con bastante cal. Elaborado con un 15-20% de raspón, realizó la maloláctica en barricas francesas nuevas y en esas mismas ha permanecido 17 meses. Aromático en nariz, se perciben sensaciones lácticas, frutos silvestres, florales y especiados. Sabroso en la boca, con buena acidez y tanino por pulir. Y para finalizar, de las ribereñas Bodegas Comenge, Don Miguel Reserva 2011 (32,65 €), tinta del país con 10% cabernet sauvignon, y 20 meses en roble francés nuevo. Complejo en nariz, donde se aprecian frutos negros en confitura (ciruela, mora), notas balsámicas, torrefactos, chocolate, y un fondo mineral. Amplio y con volumen en boca, maduro, con acidez, taninos dulces, sedoso paso y final largo.
Ahora, tras todo lo catado, la elección es cosa tuya…y mucho hay para elegir.
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