Madrid, 15 de marzo de 2011- RP.- Cumplidos ya los 25 años de andadura de la DO
Somontano, el presidente de su Consejo Regulador, Mariano Beroz, se muestra optimista,
calificando la situación actual de la DO como “un lujo, a pesar de las dificultades”.
Unas “turbulencias”, en términos del presidente, que han planeado desde hace unos
años sobre esta denominación, convertida en poco tiempo en uno de los referentes de la
vitivinicultura moderna española gracias a tres bodegas punteras entonces, pero desde hace
unos años con la sombra de la crisis planeando sobre las decenas de nuevas aperturas que
han ido surgiendo al calor del éxito de estos vinos aragoneses. Entre ellos, los problemas
económicos que rodearon a una de sus bodegas emblemáticas, Enate, cuando a finales de
2009 y arrastrada por la constructora Nozar (con la que comparte propietarios, la familia
Nozaleda), presentó concurso de acreedores. Sin embargo, afirma Beroz, “Enate iba y seguirá
yendo bien”.
Además, otras bodegas de la Denominación vinculadas a la construcción también están
pasando por problemas económicos y se han visto obligadas a paralizar proyectos, caso de
Laus y su hotel con spa, en la que participaba el propio Beroz, cuya inauguración estaba
prevista en 2008 pero aún está sin terminar. A ello se suma también el problema para vender
su uva por parte de viticultores con grandes extensiones de viñedo pero sin estar ligados a
ninguna bodega elaboradora. Beroz explica que en el Consejo se ha tenido que descalificar
vino para poder vender a granel algunas cantidades y superar el exceso de stock, en concreto
pone el ejemplo de Irius, que ha comercializado hasta un millón y medio de litros a granel.
El presidente califica esta situación como “un pequeño desajuste entre oferta y demanda” y
utiliza el símil de la fiebre para comentar el estado actual de la DO, que a pesar de haber caído
en 2009 un diez por ciento en ventas, en 2010 ha vuelto a recuperarlas en volumen (desde el
Consejo Regulador no se han dado datos sobre la evolución del precio medio de las botellas) y
su cifra roza los 13 millones de botellas, de las que un 80 por ciento se venden en España.
Según Beroz, “todo lo que tenía que pasar ya ha pasado” pero el paso siguiente es “acabar de
reorganizarnos y buscar nuestro sitio”. La DO ha seguido apostando por la hostelería media y
alta con esfuerzo el presidente se muestra seguro de que Somontano seguirá siendo una zona
de referencia: “hay otras zonas vitivinícolas que están pasando por dificultades y sin embargo
no venden lo que nosotros”, comenta.
En estos 26 años de vida la DO Somontano ha triplicado su extensión de viñedo, desde las
1.500 hectáreas iniciales hasta las 4.500 actuales, y en la actualidad está compuesta por 34
bodegas elaboradoras. Según su presidente, quien, tras su salida de Laus, también ha puesto
en marcha una de las últimas bodegas en incorporarse a la DO (De Beroz, en Barbastro), la
estructura de Somontano se basa en tres grandes bodegas que comercializan el 80 por ciento
de las ventas, mientras que el resto las califica el presidente de “acompañantes”.
Según fuentes del consejo, el desajuste entre la oferta actual y la demanda se equilibrará
en los próximos cuatro o cinco años y “se mantendrá este incremento en la cuota de
comercialización, con cosechas menos cuantiosas y algún pequeño arranque de viñedo de
agricultores mayores cuyos descendientes no se dedican al campo”.