Madrid, 3 de julio de 2018. MS. - Tras el pago de 390 millones de euros, la mayoría accionarial del grupo catalán Codorníu Raventós ha pasado a manos americanas. The Carlyle Group (NASDAQ: CG) se acaba de convertir en propietaria de la histórica firma cavista, aunque la operación no quedará totalmente cerrada hasta finales de este año, según un comunicado emitido por la bodega, y momento en el que se conocerá el monto definitivo de las acciones adquiridas (se habla de entre 55-60%). Los rumores sobre la venta –y sus posibles compradores– venían sonando desde hace meses, pero ha sido a finales de la pasada semana cuando se ha cerrado el acuerdo.
The Carlyle Group es un gestor global de activos alternativos con 201.000 millones de dólares en activos, con 31 oficinas en seis continentes, y su objetivo es invertir y crear valor para sus inversores, muchos de los cuales son planes de pensiones públicos. Carlyle invierte en cuatro segmentos (Private Equity Corporativo, Activos Reales, Estrategias de mercado global y soluciones de inversión) y su experiencia incluye el sector del consumo, la industria aeroespacial, defensa y servicios gubernamentales, el retail, la energía, servicios financieros, salud, sector industrial, inmobiliario, la tecnología, servicios empresariales, telecomunicaciones, medios de comunicación y transporte.
El capital para la inversión en Codorníu Raventós provendrá del fondo Carlyle Europe Partners (CEP), destinado a la inversión en compañías europeas de tamaño medio. En palabras de Mar Raventós, hasta el momento actual presidenta de la firma catalana, “este acuerdo permitirá impulsar la internacionalización del grupo, además de consolidar y dar continuidad a la estrategia centrada en la construcción de marcas de valor y prestigio”. Además de defender que han llegado a un buen consenso “con mucho potencial y larga perspectiva de liderazgo”, añadía.
En todo caso, con la operación buscan mejorar la cuenta de resultados de la empresa en sintonía con el plan de reestructuración comenzado el pasado ejercicio, en el que Codorníu abandonaba la marca blanca en pro de dar mayor protagonismo a las elaboraciones de media y alta gama. Con lo que han mejorado su balance, aunque también reducido la facturación.
Por su parte, desde Carlyle, Alex Wagenberg, Managing Director – Europe en The Carlyle Group, decía confiar en “dar un impulso a la compañía a través del crecimiento internacional, tanto orgánico, como a través de nuevas adquisiciones. Es para nosotros un gran orgullo poder formar parte de este grupo”.
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