Madrid, 30 de noviembre de 2017. MS. – Un proyecto al que seguirán otros, de momento no definidos, y que comenzó con la presentación, hace unos meses, de las barricas de las que saldría este nuevo Viña Pomal Compromiso 2015 (30 €) de las centenarias Bodegas Bilbaínas.
Lo excepcional, aparte de la novedad, son esas barricas de roble en las que han grabado a fuego los valores de la firma, “origen, tradición y tierra”, señalaba su elaborador, Alejandro López, durante la presentación del vino. Obra de seis tatuadores de renombre internacional, encargados de interpretar esos valores, se trata de una iniciativa limitada a seis barricas, de roble francés y americano, por lo que sólo disponen de 5.000 botellas.
En cuanto al vino, compuesto de las cinco variedades tintas te Rioja, consta de un 40% de tempranillo, 30% de garnacha, 20% de maturana y el restante 10% dividido entre mazuelo y graciano. Un coupage totalmente riojano, compromiso con esa tierra y esa tradición, para el que han elaborado cada variedad por separado y en distintos recipientes en función del perfil de cada una de ellas (barricas, hormigón, acero inoxidable…). Una vez ensambladas, han permanecido en esas seis barricas tatuadas y nuevas durante cuatro meses antes de ser embotellado. El resultado, en este momento, es un vino vivo, con claras notas de fruta roja, balsámicas, especias, pero también aromas propios de la crianza (natas, tofe). En la boca se impone esa viveza, la acidez, que seguro pulirá con el tiempo pues tiene recorrido para aguantar en botella.
Más allá del contenido, explicaba también su artífice, idea es ofrecer un “concepto distinto y transgresor” con el que pretenden llamar la atención de los nuevos consumidores, “porque el vino hay que humanizarlo para conseguir que la gente lo beba”, añadía López.
A partir de esos valores que defienden, reflejados en el líquido obtenido, los han querido transmitir también mediante imágenes, a través de esas barricas tatuadas (“nuestra piel”, apuntaban) y en unas originales botellas que van serigrafiadas. Sin olvidar las etiquetas, hechas de madera. Sin duda, una muy original edición del buque insignia de Bodegas Bilbaínas, Viña Pomal, que además se convierte en el primer vino del mundo envejecido en barricas de roble tatuadas.
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