Madrid, 30 de mayo de 2011.- RP.- Los consumidores de vino tienden cada vez más a beberlo en su casa y dejar de hacerlo en los restaurantes, según muestran los datos recogidos por la consultora Nielsen en su estudio anual sobre evolución y tendencias del consumo de vino en España 2010. La consultora controla las ventas en canales de hostelería y alimentación en nuestro país, donde se vende un 70 por ciento del total del vino que se comercializa dentro de nuestras fronteras. Nielsen ha calculado que el 60,8 por ciento del vino que se toma en España se vende por el canal de alimentación para consumir en casa, mientras que en restaurantes y bares se comercializa el otro 39,2 por ciento.
Los datos de Nielsen no hacen sino confirmar una tendencia que se viene dando desde hace unos años, y aunque según la consultora es la primera vez que el hogar adelanta a la restauración en el consumo, la Guía Proensa 2011, en el mercado desde el otoño de 2010, sitúa ese cambio en 2008 basándose en datos aportados por el Observatorio Español del Mercado del Vino. Entre las razones que se aducen está no solamente la crisis económica, sino el miedo a los controles de alcoholemia y el elevado precio que tiene el vino en algunos restaurantes españoles.
Según la patronal del vino español, la Federación Española del Vino, esta parece ser una tendencia que se viene observando desde que en España comenzó a notarse la crisis de forma generalizada, y su interpretación es que los consumidores salen menos y prefieren tomar el vino en casa, o bien cuando salen gastan una menor cantidad de dinero, prescindiendo de aquello que consideran más superfluo o que perciben como más costoso. La FEV interpreta estos datos como un trasvase de consumo, desde el restaurante al hogar y una equiparación con el resto de países europeos, donde tradicionalmente el mayor consumo de vino se da en las casas y no en los restaurantes.
Lo que sí es igual en ambos canales es la bajada en el consumo, que cae de nuevo casi un punto, aunque menos que en 2009, cuando descendió en casi dos. También se ha vendido un 7,7 por ciento menos de vino en general; sin embargo, el vino con DO ha experimentado un récord de ventas en volumen en nuestro país, al alcanzar un 48,8 por ciento del total del vino comercializado. Todo lo contrario le ha ocurrido al vino sin amparar en una Denominación, que ha descendido hasta su mínimo histórico (45 por ciento de las ventas).
Por tipos, los vinos tintos siguen siendo los más comprados (casi un 72 por ciento del total), seguidos de los blancos y los rosados, que apenas superan el siete por ciento de las ventas. Rioja sigue encabezando el ranking de vinos más vendidos, manteniendo su línea cercana al 40 por ciento en su cuota de mercado. Tras ella, Ribera del Duero (8,9 por ciento), Valdepeñas (7,5 por ciento) y Rueda (6,7 por ciento) se reparten la mayor parte del vino comercializado en nuestro país, aunque a gran distancia del vino riojano.