Fecha publicación:Diciembre de 2003
Medio: Man
Triunfa lo mediterráneo. La fama de la llamada dieta mediterránea ha traspasado la frontera de los círculos de entendidos y ya está en boca de todos, valga el juego de palabras. En el vino, elemento esencial de esa forma de alimentarse, también se reivindica el carácter mediterráneo.
En unos pocos años, el “carácter mediterráneo” en los vinos ha pasado de ser un factor peyorativo a convertirse en un concepto reivindicado. Las más avanzadas técnicas de elaboración de vinos y el estilo de los tintos del Nuevo Mundo vinícola (Australia, California, Chile), que triunfa en los mercados más influyentes, están en el origen de ese cambio.
Mucha luz y altas temperaturas para lograr una maduración perfecta; noches frescas para que, con el contraste de temperaturas, la vid produzca elementos aromáticos; selección de vendimia, donde ya no vale todo; búsqueda de la madurez de los elementos vegetales de la uva (los taninos) y no del momento del máximo grado alcohólico; elaboraciones cuidadas; fermentación en madera o con aportación de oxígeno para lograr vinos más redondos; crianza en maderas respetuosas con el carácter de la uva o con el que proporciona el terreno. Es un resumen a grandes rasgos de la nueva doctrina enológica.
A pie de tierra, los vinos del nuevo estilo son más golosos, más civilizados y redondos. Se acabó el tiempo del vino-piedra, de taninos duros y viva acidez, el vino duro y astringente que necesitaba de largas permanencias en la botella para pulir unas excesivas brusquedades. Ahora se busca el vino amable, directo, con protagonismo de los aromas de la uva (madura y a veces sobremadura) y con más cuerpo y los taninos menos agresivos de fruta bien madura, aunque pagando el precio de una graduación alcohólica superior: se ha perdido el miedo a los 13 e incluso a los 14 grados, frente a la infranqueable barrera de los 12 o 12,5 de casi todas las etiquetas de hace veinte años.
Se ha perdido el miedo a esas y a otras barreras, a los vinos oscuros y con cuerpo, a los vigorosos y de trago corto frente a los tintos de trago largo comerciales. Esos caracteres de vinos noblemente pastosos, con un “peso” en la boca que debe ir acompañado por equilibrio y elegancia, encajan perfectamente con lo que están dando los nuevos vinos mediterráneos.
Al mismo tiempo, se han desmitificado las variedades francesas, concebidas ahora como complemento y no como el ungüento amarillo que todo lo cura, y se busca la personalidad que proporcionan variedades locales hasta hace poco despreciadas, como Garnacha, Cariñena o Monastrell. Además, la influencia progresa tierra adentro y algunas bodegas situadas en zonas de interior buscan rasgos mediterráneos seleccionando sus viñas más soleadas, apurando la maduración de sus uvas y aplicando las nuevas técnicas enológicas.
Priorato: de la depresión a la gloria
En España el proceso se inició casi simultáneamente en los dos extremos de la franja mediterránea con tradición de tintos, en Cataluña y en Murcia. Fue iniciado casi simultáneamente por dos personajes de fino olfato comercial que conocían bien el mercado internacional: René Barbier en la D.O. Priorato y Agapito Rico en la D.O. Jumilla. La proyección en los medios de comunicación y la trascendencia en sus respectivas regiones fue muy diferente, pero la esencia era la misma, la modernización de los vinos de sus zonas aprovechando sus cualidades, no disimulándolas.
Tras ser despojado de la proporción minoritaria de acciones que la familia conservaba en la bodega del Penedés que lleva su nombre, a René Barbier le quedaron las tierras que poseía en la entonces muy deprimida D.O. Priorato, una zona que dedicaba su producción a los mercados de los graneles, a los que proporcionaba grado, cuerpo y color para reforzar las mezclas destinadas a vinos comunes que se envasaban en los mercados internacionales. En una etapa de su vida fue el responsable de exportación de la riojana Bodegas Palacios Remondo, lo que le permitió, de un lado, entablar una amistad fraterna con Álvaro Palacios (autor de L’Ermita y Finca Dofí) y, de otro, conocer a mucha gente del vino en todo el mundo.
A todos sus amigos les “vendía” Priorato, hacía propaganda constante de las grandes cualidades de esa zona e intentaba convencerles para que pusieran en marcha bodegas en esa zona. A finales de los ochenta había conseguido reunir un grupo de acólitos que compraron tierras en el Priorato y plantaron viñas nuevas, con incorporación de las cepas “mejorantes” de la época, Cabernet Sauvignon y Merlot y algunas de las primeras plantas de Syrah, o recuperaron las viejas Garnacha y Cariñena.
Cuatro de esos amigos se unieron a René Barbier y, en unas modestas instalaciones, elaboraron en conjunto un tinto de la cosecha ’89 que comercializarían cada uno con su marcas. Utilizaban las Garnacha y Cariñena de toda la vida, con aportaciones de cepas francesas que luego han ido disminuyendo según iban los autores desubriendo el potencial de las autóctonas. Así nacieron los cinco famosos “clos” que pusieron en marcha el nuevo Priorato: Clos Mogador, de René Barbier; Finca Dofí, de Álvaro Palacios, Clos Martinet, de José Luis Pérez Verdú; Clos de l’Obac, de Carles Pastrana, y Clos Erasmus, de Dafne Glorian. Hasta su separación, en 1992, era el mismo vino que se comercializaba con cinco etiquetas diferentes.
A partir de esos vinos y gracias a la labor de la Universidad Pompeu i Fabra y la Escuela de Enología de Falset, que formaron a toda una nueva generación de enólogos, los nuevos criterios se extendieron desde el pujante Priorato, escenario de una eclosión de numerosas nuevas marcas de calidad, por toda Cataluña cambiando completamente la fisonomía de muchas de las zonas, dedicadas durante mucho tiempo a los graneles y ahora con vinos de elite. El ejemplo ha cundido y ese nuevo estilo vinícola se va extendiendo hacia el sur y hacia las islas Baleares.
Jumilla y el país de la Monastrell
Casi al mismo tiempo que René Barbier y sus amigos ponían las bases del nuevo Priorato, Agapito Rico hacía lo propio en Jumilla. Ambos procesos tienen una cantidad sorprendente de puntos en común, si bien, por las razones que sean, el ejemplo murciano tuvo menos proyección que el catalán. Con el apoyo financiero de Juan Selva, constructor jumillano, Agapito Rico puso en marcha sus viñas y su bodega en 1990, después de dedicarse durante toda su vida a tareas comerciales en la gran bodega de la zona, J. García Carrión, la casa del Don Simón, con especial atención a los mercados internacionales. Aunque conocía sobre todo los segmentos de los vinos más económicos, en los que se movían como pez en el agua los productores de toda la costa mediterránea, fue uno de los pocos que supo adivinar la nueva corriente que llegaba.
Sus vinos Carchelo, elaborados con la participación de variedades de uva francesas, triunfaron pronto en los mercados menos cargados de prejuicios contra las comarcas “malditas” del vino español, las que cargaban con la fama (hay que decir que merecida) de vinos bastos y poco agraciados. Y, como en el caso del Priorato, en principio chocaron con la rigidez de unas burocracias (consejos reguladores) a las que parecía dar alergia cualquier apunte de renovación.
Los vinos de Agapito Rico triunfaron en la exportación y bastante menos en España. A pesar de que eran apreciados por un reducido grupo de periodistas especializados, restaurantes y enotecas, costaba vencer la barrera que supnía, y en buena medida aún supone, llevar en las etiquetas nombres como Jumilla, Yecla, Cariñena, Utiel-Requena, Tarragona, Ampurdán y otros.
A pesar de eso, algunos más se fueron uniendo a esa nueva corriente. En ese caso tuvo una cierta influencia la celebración en Jumilla de un concurso anual, el Certamen de Calidad de la D.O. Jumilla, que sirvió de escaparate y lanzamiento a las nuevas marcas de calidad (Casa Castillo, Finca Luzón, Casa de la Ermita y otras), que utilizaban como bandera la hasta entonces denostada uva Monastrell, típica de la zona del Altiplano Levantino, en la que se agrupan cuatro denominaciones de origen: Jumilla, Yecla, Alicante y Almansa, a las que cabría añadir Bullas y la zona sur de la D.O. Valencia para configurar el país de la Monastrell.
Los jumillanos están haciendo cambiar el concepto de la uva Monastrell pero pocos han adoptado esa variedad como bandera con la pasión de la familia Castaño, que llevan en solitario sobre sus espaldas la bandera de la calidad en Yecla, lo que muchas veces es algo parecido a ir atado a una cruz (una Y en este caso). Los vinos de los Castaño se sustentan en la Monastrell y utilizan las variedades francesas como apoyo, a veces enológico y a veces comercial.
En el campo opuesto se encuentra otra bodega familiar, la alicantina Bodegas Enrique Mendoza, que ha elaborado los mejores vinos de la Comunidad de Valencia a partir de Cabernet Sauvignon, Merlot, Pinot Noir y Syrah e ignorando completamente a la autóctona Monastrell. Hasta ahora, porque ya está ensayando la elaboración con la cepa mayoritaria en la comarca.
La corriente avanza tierra adentro
El nuevo estilo ha cuajado y el carácter mediterráneo es reivindicado en zonas del interior. Destaca el proceso iniciado en zonas como Utiel-Requena y su variedad Bobal, aunque su mejor bodega, Mustiguillo, no está en la denominación de origen; o como las propias comarcas de la Meseta Sur. Pero también ha llegado a otras más alejadas del Mediterráneo, como las propias Rioja o Ribera del Duero (los ejemplos de Calvario y el nuevo aire de Alión son significativos) e incluso Toro, que sustenta su etapa de esplendor en el carácter mediterráneo y ha llegado a ser calificada como el Priorato del Duero. O el mismo Bierzo, ya a las puertas del Atlántico, cuyos nuevos vinos grandes salen de las laderas más soleadas.
Una zona muy destacada en ese sentido es el valle del Ebro, como si la nueva filosofía llegara remontando el río del mismo modo que llega la influencia climática del Mediterráneo. Allí, zonas que tradicionalmente miraban hacia occidente, a Rioja, para imitar los estilos comerciales que triunfaban, ya se empieza a volver la vista al lado contrario. La vanguardia de los vinos navarros y, sobre todo, de Aragón, Campo de Borja y Cariñena, se miran en el espejo que supone el éxito de crítica de los vinos del Priorato y las otras zonas, como la nueva y triunfante Montsant, la desconocida Terra Alta o los nuevos tintos del Penedés y el Ampurdán. Y en sus buenas cotizaciones.
Vinos del Mediterráneo, de norte a sur
Gran Claustro ‘00
Cavas del Castillo de Peralada
D.O. Ampurdán-Costa Brava
PVP: 30€
Concentrados aromas de fruta muy madura y complejas sensaciones especiadas, lácteas y minerales, fondos de tinta y trufa y toque de mentol. Mucho cuerpo y gran equilibrio en la boca, carnoso, sabroso, muy expresivo.
Jané Ventura Mas Vilella ‘00
Jané Ventura
D.O. Penedés
PVP: 20€
Varietal de Cabernet Sauvignon muy sugestivo, complejo en sus tonos de fruta bien madura adornados con notas especiadas, balsámicas y minerales. Bien armado en la boca, con cuerpo y moderadamente tánico, sabroso y amplio.
Jean León Merlot ‘00
Jean León
D.O. Penedés
PVP: 18€
Muestra la buena adaptación de la uva Merlot en el Penedés, con sus profundos aromas de fruta madura y notas especiadas, de cedro, de tinta y fondo floral. Muy buena estructura en la boca, con cuerpo y nobles taninos.
Mas La Plana ‘99
Miguel Torres
D.O. Penedés
PVP: 40€
El mejor varietal de Cabernet Sauvignon español. Complejo en la nariz, con notas de madurez de fruta, recuerdos de pequeños frutillos y desarrollados tonos de crianza. Sólido en la boca, estructurado, equilibrado y muy potente.
Reserva Real ‘98
Miguel Torres
D.O. Penedés
PVP: 125€
Magnífico en la nariz, con complejos y elegantes aromas de fruta y buena madera, fondos minerales, especiados y un toque balsámico. Bien armado en la boca, con cuerpo y sólido esqueleto tánico, potente y muy expresivo.
Grans Muralles ‘99
Miguel Torres
D.O. Conca de Barberá
PVP: 80€
Aroma profundo de fruta, de crianza y de terruño; recuerdos de frutas rojas maduras, pequeños frutos silvestres, especias, betún y madera de calidad. Bien armado en cuerpo medio-alto, con nervio y noblemente tánico, sabroso.
Clos Erasmus ‘01
Clos i Terrasses España
D.O. Priorato
PVP: 40€
Potente y sugestivo en la nariz, con marcado carácter frutal y recuerdos de maderas de buena calidad, fondos minerales (grafito) y balsámico. Sólido armazón tánico (algunas puntas) y mucho cuerpo, carnoso, vigoroso.
Clos Figueres ‘01
Clos Figueras
D.O. Priorato
PVP: 40€
Elegante carácter frutal de madurez (notas de casis, endrinas, frutas rojas), fondos minerales (brea), toque de eucalipto y café. Bien armado en la boca, taninos firmes y mucho cuerpo, con nervio y poderío, muy expresivo.
Clos Garsed ‘01
Bell Serraí
D.O. Priorato
PVP: 40
Muy fino y rico en matices aromáticos, aunque no es muy potente; marcado tono mineral con fondos de uvas bien maduras, pimienta negra y café. Cuerpo medio, con nervio y vigor, taninos firmes, buena acidez, sabroso, potente.
Clos Martinet ‘01
Mas Martinet Viticultors
D.O. Priorato
PVP: 38€
Sugestivo, amplio y rico en matices aromáticos: base de fruta roja madura, notas minerales (brea, carbón), de especias negras (pimienta), café, tinta y mentol. Magnífico equilibrio en la boca, con cuerpo y potente, muy expresivo.
Clos Mogador ‘01
Clos Mogador
D.O. Priorato
PVP: 40€
Uno de los prioratos más elegantes, con destacados aromas minerales (turba) y balsámicos, sobre fruta madura y recuerdos de mentol, especias negras y trufa. Macizo en la boca, sensación de elegante consistencia y plenitud.
Coma Vella ‘01
Viticultors Mas d’en Gil
D.O. Priorato
Marcado y fino carácter mineral (brea, pizarra caliente) acompañando a los tonos de fruta madura; fondos de especias (clavo, pimienta) y tinta. Muy buen paso de boca, equilibrado y civilizado, carnoso, aterciopelado, amplio, largo.
Finca Dofí ‘01
Álvaro Palacios
D.O. Priorato
PVP: 70€
Franco y muy bien definido en la nariz, con elegante tonos de uva bien madura, especias, minerales, ahumados y un tono balsámico que refresca el conjunto. Magnífica estructura en la boca, con cuerpo, potente, equilibrado, vivo y lleno.
Vall Llach ‘01
Celler Vall Llach
D.O. Priorato
PVP: 53€
Personalidad y gran finura en la nariz; destacan notas minerales y balsámicas (mentol) sobre fondos de uva bien madura y un recuerdo de bosque umbrío. Vigoroso, consistente y al mismo tiempo muy elegante en la boca, lleno.
Cabrida ‘00
Celler de Capçanes
D.O. Montsant
PVP: 35€
Potente, profundo, muy elegante en la nariz; aromas marcados de frutas rojas maduras y de pizarra, toques especiados, de hierbas aromáticas y betún. Armado en cuerpo medio-alto (no es pastoso), expresivo y muy largo.
Mas Tortó ‘00
Celler de Capçanes
D.O. Montsant
PVP: 21€
E la nariz da sensación de complejidad y profundidad, con muchos matices de fruta madura, tinta y fino recuerdo de hidrocarburos (brea); toques de maderas finas y especias. Potente y noblemente tánico en la boca, equilibrado, carnoso.
Finca l’Argatá ‘00
Cellers Joan d’Anguera
D.O. Montsant
PVP: 13€
Complejo y fino, con notable carácter de uvas bien maduras y notas frescas (endrinas, mentol) sobre un fondo especiado, tostado y mineral. Con nervio en la boca, tiene cuerpo y viva acidez, sabroso, equilibrado, con mucho carácter.
Venus “La Universal” ‘01
Órbita Venus
D.O. Montsant
PVP: 25€
Maduración de la uva apurada al límite que se hace notar en los aromas de confituras de frutas rojas, matizados por minerales (hierro, pizarra) y lácteos. Con cuerpo y gran equilibrio en la boca, taninos civilizados, aterciopelado.
Coma d’en Pou Bárbara Forés ‘01
Cellers Bárbara Forés
D.O. Terra Alta
PVP: 19€
Finos aromas de uvas maduras bien engarzados con notas minerales y especiadas y toque de monte bajo. Muy buena presencia en la boca, estructurado y bastante lleno, equilibrado, sabroso, vivo, persistente.
Vall de Berrús ‘01
Celler Cooperatiu de Vilalba dels Arcs
D.O. Terra Alta
PVP: 13€
Marcados tonos de madurez apurada y un destacado y sugestivo carácter mineral; fondos de pimienta negra, toque lácteo y balsámico. Con fuerza y carácter en la boca, tiene cuerpo y taninos de calidad, es potente y amplio.
Quincha Corral ‘01
Bodega Mustiguillo
Valencia (Sin DO)
PVP: 40€
La mejor versión de la uva Bobal. Aromas de madurez de fruta con gran cantidad de sugestivos matices: especiados, maderas finas, balsámicos, minerales. Magnífico paso de boca, con cuerpo y elegante potencia, goloso.
Maduresa ‘00
Celler del Roure
D.O. Valencia
PVP: 14€
Aroma franco y fino de fruta madura con tonos de crianza bien dosificada; recuerdos de frutas rojas, especiados, de cedro y torrefactos. Buena estructura en la boca, con cuerpo y firme esqueleto de taninos de calidad, vivo, sabroso.
Enrique Mendoza Reserva Santa Rosa ‘99
Bodegas E. Mendoza
D.O. Alicante
PVP: 17€
Aroma complejo, profundo, sugestivo, con predominio de recuerdos de uva muy madura (al límite) y recuerdos de maderas finas, brea y tinta. Muy buena estructura en la boca, con cuerpo y volumen, vigoroso pero amable, amplio.
Enrique Mendoza Shiraz ‘01
Bodegas E. Mendoza
D.O. Alicante
PVP: 11€
Destaca la finura y la riqueza de matices aromáticos, con notas especiadas bien engarzadas en el dominante frutal y fondos florales. Muy buen paso de boca, graso y goloso, aterciopelado, redondo, sabroso, expresivo, lleno.
Castaño Colección ‘00
Bodegas Castaño
D.O. Yecla
PVP: 15€
Aromas frutales de notable finura, con recuerdos de picotas y grosellas sobre notas tostadas, especiadas, de carbón y de maderas de calidad (cedro, toque de coco). Cuerpo medio-alto, equilibrado, con fuerza y finura, sabroso, goloso.
Hécula ‘01
Bodegas Castaño
D.O. Yecla
PVP: 6€
Aroma fino y potente, con personalidad; marcado carácter frutal (destacan pequeños frutillos silvestres) y mineral, con notas especiadas de crianza y un toque de jara. Cuerpo medio, equilibrado y con nervio, vivo, sabroso, amplio.
Altos de Luzón ‘01
Finca Luzón
D.O. Jumilla
PVP: 15€
Muy potente pero no exento de finos matices, con elegantes recuerdos de uvas muy maduras y tonos minerales (brea), especiados (pimienta negra) y tostados. Muy buen paso de boca, con cuerpo y consistente pero sin aristas, equilibrado.
Canalizo ‘00
Bodegas Agapito Rico
D.O. Jumilla
PVP: 18€
El mejor Syrah español. Aroma concentrado, complejo y elegante: recuerdos de confitura de cereza y casis, de nuez moscada, pimienta negra y bosque mediterráneo. Equilibrado, con cuerpo y vigor, aterciopelado, carnoso, vivo.
Carchelo ‘98
Bodegas Agapito Rico
D.O. Jumilla
PVP: 10€
Complejo, profundo, con muchos matices aromáticos: fruta madura, minerales, maderas nobles y toques balsámicos de monte bajo. Buena estructura en la boca, carnoso, aterciopelado, sabroso, con fino vigor, expresivo y persistente.
Casa de la Ermita Petit Verdot ‘01
Bodegas y Viñedos Casa de la Ermita
D.O. Jumilla
PVP: 15€
La originalidad de uno de los escasos varietales de Petit Verdot del mundo. Muy aromático, con tonos frutales y florales, fondos minerales y de monte bajo (hierbas aromáticas). Vivo y con nervio pero amable, cuerpo medio, sabroso.
ÁN ‘01
ÁN Negra Viticultors
Mallorca (sin DO)
PVP: 28 €
Complejo y personal en la nariz, con notas frutales de madurez y minerales, pero destacando sugestivos recuerdos de bosque mediterráneo (pino, jara, hierbas aromáticas). Bien armado en la boca, con cuerpo y nervio, expresivo.
ÁN Son Negre ‘01
ÁN Negra Viticultors
Mallorca (sin DO)
PVP: 50€
Muy elegante; aroma complejo y con gran cantidad de matices: fruta, bayas, maderas finas, hierbas aromáticas, yodo, mentol. Equilibrado y potente, con cuerpo medio-alto (no es pastoso), sabroso y con mucho nervio, amplio, vivo.
Ribas de Cabrera ‘00
Hereus de Ribas
Mallorca (sin DO)
PVP: 35€
Es recomendable cierta oxigenación para liberar sus personales y elegantes aromas de fruta madura, con tonos de crianza complejos: especias, toque de alquitrán, pimienta y café. Muy buen paso de boca, equilibrado, con nervio.
Fecha publicación:Diciembre de 2003
Medio: Man
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